Tuberculosis: un fracaso global

Respuesta de MSF a la publicación del informe anual de la OMS sobre control mundial de la tuberculosis

Respuesta de MSF a la publicación del informe anual de la OMS sobre control mundial de la tuberculosis

La falta de resultados para lograr ampliar el diagnóstico y el tratamiento de la tuberculosis resistente a los medicamentos debe considerarse como un fracaso global que se está pagando con la vida de millones de personas. La dimensión tan grande que ha alcanzado un problema que se puede prevenir y que está generando un terrible nivel de sufrimiento y de muertes, debería alentar a los Gobiernos, a los donantes y a la OMS a poner de una vez los recursos, la voluntad política y la financiación necesaria en la lucha contra la tuberculosis resistente a los medicamentos (TB-MR). Y si de verdad se quieren frenar los efectos de esta epidemia mortal, se necesitan cerca de 1500 millones de dólares al año.

MSF está encontrando un número alarmante de casos de TB-MR en muchos de los países donde tratamos la tuberculosis, en gran parte gracias a los grandes avances tecnológicos que desde hace un par de años nos permiten obtener un diagnóstico preciso en dos horas, en lugar de los dos meses que teníamos que esperar hasta muy poco. El hecho de que una herramienta de diagnóstico haya permitido encontrar casi el doble de casos de TB-MR a nivel mundial en 2012 con respeto a 2011 supone un grandísimo avance, pero no debemos olvidar que a día de hoy tres de cada cuatro personas con TB-MR no son diagnosticadas correctamente y que 17.000 pacientes que sí han sido diagnosticados no iniciaron el tratamiento. Así que, lamentablemente, todavía estamos muy lejos de poder decir que se ha logrado un progreso real contra esta enfermedad mortal.

Lo que resulta más necesario ahora mismo es que se lleve a cabo un doble enfoque en la lucha contra esta enfermedad: por un lado, que haya un gran avance para que el actual tratamiento de la TB-MR, que resulta agonizante, que es sumamente tóxico, que se prolonga durante dos años y que tiene un precio que resulta prohibitivo, pase a ser más corto, más tolerable, más eficaz y más asequible. Por otro lado, se necesita con urgencia que los países más afectados por la TB-DR reciban apoyo para poder expandir y ampliar los programas de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Y para ello, es necesario que se proporcione la financiación necesaria al mayor donante mundial, que es el Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.

MSF lucha contra la tuberculosis desde hace 25 años. Empezamos a tratar la TB-MR en 1999 y nuestros esfuerzos han ido en aumento hasta convertirnos en una de las ONG que más tratamientos provee contra esta enfermedad. En 2012 , tratamos a 29.000 pacientes de tuberculosis en 30 países y a 1.780 pacientes de TB-MR en 18 países.

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