Ucrania: Incluso si la guerra termina mañana, las necesidades seguirán siendo enormes

Mientras continúan los ataques en el este de Ucrania, los equipos de MSF trabajamos para garantizar que las personas afectadas por la violencia reciban atención médica urgente.

Una ambulancia de MSF traslada a una mujer del hospital de Dobropillya a un hospital en Dnipró, Ucrania.
Una ambulancia de MSF traslada a una mujer del hospital de Dobropillya a un hospital en Dnipró, Ucrania. © MSF

En el este de Ucrania, Dobropillya, en la región del óblast de Donetsk —a menos de 20 kilómetros de la línea del frente—, ha sufrido recientemente algunos de los peores bombardeos desde la escalada de la guerra en 2022. Mientras continúan los ataques, nuestros equipos en Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajan para garantizar que las personas afectadas por la violencia reciban atención médica urgente.

“Escuchamos historias desgarradoras de nuestros pacientes”, afirma Oleksandr Makarevych, responsable de emergencias de MSF en Ucrania. “Las personas nos cuentan cómo huyeron de las casas en llamas. Algunas quedaron atrapadas en sus departamentos mientras el fuego se propagaba y no pudieron escapar. Una mujer nos dijo que sus vecinos murieron en el baño, donde intentaron esconderse durante el ataque”.

 

Un edificio de apartamentos con daños por bombardeos cerca de Dobropillya. Óblast de Donetsk, Ucrania, marzo de 2025.
Un edificio de apartamentos con daños por bombardeos cerca de Dobropillya. Óblast de Donetsk, Ucrania, marzo de 2025.
© MSF

 

Una antigua ciudad de refugio ahora enfrenta frecuentes ataques

Dobropillya, ciudad de mineros y agricultores, albergó en su día a casi 40,000 personas. Ahora, a pesar del creciente peligro, solo quedan 20,000. Debido a su ubicación, las personas heridas de guerra y vulnerables de pueblos cercanos, como Pokrovsk, Myrnohrad y Kostiantynivka, fueron evacuadas a Dobropillya para recibir atención médica de emergencia. Sin embargo, ahora la ciudad se encuentra bajo constante amenaza.

“La gente vive bajo un estrés constante”, afirma Thomas Marchese, director del programa de MSF en Ucrania. “Los ataques con misiles se han vuelto más frecuentes. Cuando suenan las sirenas, la población solo tiene segundos para llegar a los refugios, y muchas personas mayores, con discapacidad o familias con niños no pueden llegar a tiempo”. 

“Incluso en los sótanos, no son completamente seguros. Si un edificio se derrumba, las personas podrían quedar atrapadas bajo los escombros”, añade Marchese. “Durante los últimos tres años de guerra a gran escala, hemos presenciado estas devastadoras consecuencias repetidamente: en la región de Donetsk, Sumy, Dnipró, Járkiv y Zaporiyia”.

 

Edificio destruido por bombardeos en la región de Donetsk.
Edificio destruido por bombardeos en la región de Donetsk. Óblast de Donetsk, Ucrania, marzo de 2025. © MSF

 

MSF ayudamos en evacuaciones médicas

Desde 2022, las ambulancias de MSF han colaborado estrechamente con el hospital de Dobropillya, ayudando a trasladar a los pacientes a instalaciones más seguras, más alejadas del frente. Tras el ataque masivo de principios de marzo, que causó la muerte de 11 personas y al menos a 50 heridas, los equipos de ambulancia de MSF derivaron a 25 pacientes de Dobropillya a hospitales en Dnipró, cinco de los cuales se encontraban en estado crítico.

Entre los evacuados se encontraba una mujer con quemaduras graves en la cara y los ojos, además de heridas por la explosión y traumatismo craneoencefálico. Ella y su esposo habían salido brevemente de Dobropillya para alojarse con familiares en Dnipró, pero regresaron a casa para recoger sus pertenencias cuando comenzaron los bombardeos.

“Había tantas personas heridas que incluso los pasillos del hospital estaban llenos de pacientes”, afirma Serhii Tkachenko, feldsher de MSF.1 Los niveles de oxígeno [de la paciente] eran peligrosamente bajos, así que la trasladamos con oxígeno.

Otro paciente era un joven con una fractura expuesta en la pierna, además de lesiones por explosión, traumatismo craneoencefálico y torácico.

“Corrió a ayudar a otros tras la primera explosión, pero resultó herido cuando cayeron más proyectiles”, explica el Dr. Hennadii Kyslytsia, médico de MSF. “Controlamos su dolor y monitorizamos sus constantes vitales durante la derivación”.

 

Incluso si la guerra termina mañana, seguirán existiendo enormes necesidades

Lo que nuestros equipos ven en Dobropillya es alarmante: bloques de departamentos incendiados, terrenos arrasados ​​y una grave escasez de medicamentos y servicios esenciales. Las autoridades locales siguen pidiendo a los residentes que evacuen. El centro de tránsito para desplazados más cercano se encuentra en Pavlohrad, óblast de Dnipropetrovsk, donde también funcionan las clínicas móviles de MSF.

“A veces, los pacientes llegan con heridas graves que no recibieron tratamiento durante dos o tres días”, afirma Marchese. “Para cuando llegan a nosotros, su estado es crítico”.

Los equipos de MSF seguirán brindando atención de emergencia, evacuando a los heridos de guerra y apoyando a los hospitales cercanos a la línea del frente. Incluso si la guerra termina mañana, las necesidades humanitarias y médicas en Ucrania, especialmente en las zonas de conflicto, seguirán siendo enormes. Las personas necesitarán alojamiento, acceso a atención médica y apoyo psicológico para recuperarse del trauma y el estrés.

[1] Un feldsher es un puesto médico en muchos países del norte y este de Europa y de Eurasia; es un tipo de médico o funcionario clínico con habilidades superiores a las de una enfermera, pero no calificado como médico.
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