Un primer equipo de MSF llega a las zonas afectadas de Libia

Médicos Sin Fronteras responde a las inundaciones de Libia
Un coordinador de logística de MSF está supervisando el convoy de material médico que se enviará a Derna, Libia. © MSF

Desde Médicos Sin Fronteras estamos en estrecho contacto con la Media Luna Roja. Les donaremos diversos tipos de artículos que se necesitan con urgencia, entre ellos 400 bolsas para cadáveres, 200 kits médicos para tratar a las personas heridas (kits de vendajes: desinfectantes, gasas, suturas y vendas) y otros 250 kits compuestos de guantes, antibióticos, mascarillas quirúrgicas y otros productos médicos.

MSF responde a las inundaciones de Libia
Un cargamento de suministros médicos donado por MSF. © MSF

 

Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) partió ayer de Misrata hacia Tobruk, en el este de Libia, donde llegó a última hora de la tarde. Si las condiciones de la ruta lo permiten, sus integrantes tienen previsto llegar hoy a Derna por carretera. Debido a las inundaciones, la ciudad ha quedado dividida en dos partes, este y oeste, lo que dificulta mucho el acceso a la misma.

En MSF estamos en estrecho contacto con la Media Luna Roja Libia, que es este momento es la organización de ayuda humanitaria con mayor presencia y más activa en Derna.

Desde MSF procederemos a hacerles una donación de diversos tipos de artículos que se necesitan urgentemente: 400 bolsas para cadáveres, 200 kits médicos para tratar a las personas heridas (kits de vendajes: desinfectantes, gasas, suturas, vendas…) y otros 250 kits compuestos de guantes, antibióticos, mascarillas quirúrgicas y otros productos médicos.

De acuerdo a las informaciones que ha recibido nuestro equipo, y a lo que ya han podido constatar en Tobruk, la solidaridad local ya se ha puesto en marcha. Dada la magnitud de la catástrofe, los integrantes de este primer equipo de MSF prevén que las estructuras médicas hayan sufrido daños y que haya que restablecer el acceso a la asistencia para las personas que aún permanecen en el lugar, así como a las desplazadas por la catástrofe, que, según las primeras estimaciones, son unas 30,000.

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