Una inminente catástrofe médica en los campos para personas refugiadas de Dadaab en Kenia

Una crisis médica en los campos para personas refugiadas de Dadaab, Kenia
Foto de archivo: Ahmed regresó a Somalia pero volvió al país con su familia debido a la falta de servicios. Ahora se quedan en las afueras del campamento de Dagahaley con su familia. Mayo de 2021. © Paul Odongo/MSF

Se necesitan con urgencia más fondos para evitar la catástrofe médica que se avecina en los campos para personas refugiadas de Dadaab en Kenia.

Un brote de cólera en los campos ha afectado hasta ahora a 2,786 personas y existe un riesgo inminente de brotes de otras enfermedades gastrointestinales. Desde MSF pedimos a los donantes y agencias de ayuda que actúen de inmediato para abordar las condiciones insalubres y el hacinamiento en los campos. 

Los tres campos para personas refugiadas que componen el complejo de Dadaab, ubicado en la región noreste de Kenia, albergan a más de 300,000 personas refugiadas, la mayoría de la vecina Somalia. Su población ha crecido rápidamente en los últimos meses debido a una prolongada sequía en Somalia, lo que ha provocado un grave hacinamiento y una mayor presión sobre los servicios existentes, incluyendo el suministro de agua potable y letrinas. 

“La gravedad de la situación exige una atención urgente, particularmente en las áreas de agua, saneamiento e higiene”, afirma Hassan Maiyaki, director de MSF en Kenia. Ya hemos visto el peor brote de cólera en cinco años, y el riesgo de que estallen otras epidemias es alto. Si esto ocurre, superaría la capacidad médica en los campos, con consecuencias potencialmente catastróficas”.  

Médicos Sin Fronteras trabaja en los campos para personas refugiadas de Dadaab, Kenia
Un brote de cólera en los campos ha afectado a las personas y existe un riesgo inminente de brotes de otras enfermedades gastrointestinales. © Paul Odongo/MSF

 

El actual brote de cólera está relacionado con reducciones en las actividades esenciales de agua y saneamiento en los campos, como el suministro de agua potable, la distribución de jabón, la construcción y reparación de letrinas y la organización de la gestión de residuos. En la actualidad, según las organizaciones humanitarias que trabajan en los campos, casi la mitad de la población de los campos no tiene acceso a letrinas funcionales. Esto conduce a la defecación al aire libre en los campos y sus alrededores, aumentando el riesgo de brotes de enfermedades. 

El Ministerio de Salud de Kenia y las agencias humanitarias del país realizaron vacunaciones contra el cólera y campañas de promoción de la salud para ayudar a las personas a protegerse de la enfermedad. Sin embargo, frenar el brote requerirá mejoras en la infraestructura de agua y saneamiento. 

“A pesar de nuestras actividades de promoción de la salud y la campaña de vacunación, seguirá siendo difícil controlar este brote de cólera si no se priorizan los recursos destinados a las intervenciones preventivas sostenidas en materia de agua, saneamiento e higiene”, afirma el Dr. Nitya Udayraj, nuestro coordinador médico en Kenia. “Si no mejoran en calidad y escala, es cuestión de tiempo que veamos estallar otras epidemias en los campos, como la hepatitis E”, concluye. 

En Médicos Sin Fronteras gestionamos un hospital en Dagahaley, uno de los tres campos que componen Dadaab. Sólo en Dagahaley, nuestros equipos han informado sobre más de 1,120 casos de cólera y dos fallecimientos desde el comienzo del brote en noviembre de 2022. 

Nuestros equipos de agua y saneamiento transportan en camiones 50,000 litros de agua potable cada día a las afueras. En las últimas semanas han construido 150 letrinas comunales, tanto dentro de los campos como en sus alrededores, donde cerca de 9,000 personas refugiadas recién llegadas han instalado refugios rudimentarios en el desierto circundante. Hasta ahora, hemos proporcionado láminas de plástico, esterillas y jabón líquido a unas 1,000 familias. Pero queda mucho por hacer para satisfacer las necesidades de las personas y evitar una crisis humanitaria. 

El gobierno keniano ha anunciado planes para reabrir un cuarto campamento, Ifo 2, para acomodar a los recién llegados y aliviar la presión sobre los recursos en los campos existentes. En MSF pedimos que estos planes se promulguen con carácter de urgencia y que incluyan un mayor financiamiento para labores de agua y saneamiento en los cuatro campos. 

“La reubicación a Ifo 2 debe acelerarse para aliviar la presión sobre los campos existentes”, afirma Maiyaki. “Todos los esfuerzos para aliviar el hacinamiento deben incluir una inversión significativa en el sector de agua, saneamiento e higiene para garantizar un nivel de vida mínimo a las personas refugiadas en todos los campos”. 

En Médicos Sin Fronteras llamamos a la comunidad internacional, a los donantes y a las agencias de ayuda a que respondan con urgencia a la crisis que se desarrolla en Dadaab, tomando medidas inmediatas para abordar las alarmantes condiciones sanitarias y prevenir una mayor propagación de la enfermedad. A largo plazo, instamos al gobierno de Kenia y al ACNUR a encontrar soluciones duraderas para la población refugiada confinada en los campos de Dadaab. 

Una familia refugiada en los campos de Dadaab, Kenia, donde MSF brinda atención médica
Una familia recién llegada a Dagahaley instala una tienda de campaña improvisada que será su nuevo refugio en Dagahaley, Kenia. Mayo de 2021. © Paul Odongo/MSF

 

Sobre los campos para personas refugiadas en Dadaab

Los tres campos de Dagahaley, Ifo y Hagadera albergan actualmente a más de 245,000 personas refugiadas registradas, muchas de ellas han vivido en los campos durante más de tres décadas. Los campos también albergan a más de 124,000 personas refugiadas no registradas, incluyendo a las 67,000 que llegaron en 2022.  

En enero, Médicos Sin Fronteras abrimos dos clínicas más para brindar atención médica a las personas refugiadas recién llegadas en las afueras del campo de Dagahaley. Hemos brindado atención médica en Dadaab y sus alrededores durante la mayor parte de los 32 años de existencia del campo.  

Actualmente, nuestras actividades se centran en el campo de Dagahaley, donde sus equipos brindan atención médica integral a la población refugiada y a las comunidades de acogida a través de dos puestos de salud y un hospital con 92 camas.  

Además de atención sanitaria general, nuestros equipos ofrecen servicios de atención sexual y reproductiva, incluyendo cirugía obstétrica de urgencia, asistencia médica y psicológica a sobrevivientes de violencia sexual, salud mental, atención domiciliaria con insulina y cuidados paliativos. 

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