Uno de cada cuatro niños y niñas sufre desnutrición en Nigeria

Desde Médicos Sin Fronteras instamos a tomar medidas inmediatas después de que los resultados de los exámenes revelaran una catastrófica crisis de desnutrición en el noroeste de Nigeria.

Médico deMédicos SInFronteras revisa a paciente con desnutrición en Nigeria
Médico de MSF revisa a la hija de Zulfa'u Musa en el centro de alimentación terapéutica para pacientes internados en el Hospital general de Zulfa'u Musa, Nigeria. Mayo de 2024. © Abba Adamu Musa/MSF
  • Un estudio masivo de detección de desnutrición en Nigeria, realizado por Médicos Sin Fronteras y el Ministerio de Salud reveló que uno de cada cuatro niños y niñas tiene desnutrición.
  • Este alarmante nivel de desnutrición requiere una respuesta urgente de las autoridades sanitarias, las organizaciones internacionales y los donantes.
  • Es necesario ampliar las instalaciones sanitarias para dar cabida al número de niñosy niñas que necesitan tratamiento y suministrar suficientes alimentos terapéuticos listos para consumir.

 

Uno de cada cuatro niños y niñas menores de cinco años tiene desnutrición en las zonas de Shinkafi y Zurmi, en el estado de Zamfara, Nigeria, según un cribado masivo realizado en junio por Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Ministerio de Salud. De los 97,149 menores examinados en 21 localidades urbanas y rurales diferentes, se encontró que el 27% sufría desnutrición aguda y el 5% desnutrición aguda grave.

Estas preocupantes cifras superan con creces el umbral de “nivel crítico” establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con la prevalencia de la desnutrición. Desde MSF instamos a las autoridades sanitarias, organizaciones internacionales y donantes a intensificar de inmediato sus esfuerzos para abordar la creciente crisis de desnutrición en el estado de Zamfara, así como en todo el noroeste de Nigeria, una región que aún no está incluida en el Plan de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas.

Cifras sobre la crisis de desnutrición en niños y niñas de Nigeria

El estudio masivo realizado en junio en Shinkafi y Zurmi reveló además que alrededor del 22% de los niños y niñas examinados presentaban desnutrición moderada. Actualmente, los suministros nutricionales esenciales para tratar a estos niños, también conocidos como alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF, por sus siglas en inlgpes), no están disponibles. Ya que UNICEF suspendió sus suministros a principios de año. Esta actual falta de respuesta humanitaria para tratar a quienes padecen desnutrición moderada en el noroeste de Nigeria pone en riesgo la vida de estos niños y niñas que, sin atención inmediata, progresarán hacia una desnutrición aguda grave que amenaza su sobrevivencia y compromete su salud a largo plazo.

Los resultados de los exámenes de Shinkafi y Zurmi son alarmantes y revelan una crisis de desnutrición catastrófica en todo el noroeste de Nigeria. – Abdullahi Mohammad, representante de MSF en Nigeria.

“La respuesta a este desastre abrumador es tremendamente insuficiente. Con las tasas de desnutrición superando niveles críticos y sin tratamiento inmediato disponible para la desnutrición moderada aguda, excepto en las instalaciones de MSF, estamos dejando que más niños y niñas caigan en condiciones que ponen en peligro sus vidas. Es fundamental que garanticemos que cada menor reciba la atención médica que necesita desesperadamente”, afirma Mohammad.

 

La Dra. Beauty examina al hijo de Hamida Usman, Suwaiba, en el hospital general de Shinkafi, estado de Zamfara, Nigeria
La Dra. Beauty de MSF examina a Suwaiba, en el hospital general de Shinkafi, estado de Zamfara, Nigeria. Junio de 2024. © Abba Adamu Musa/MSF

 

Actualmente, en MSF gestionamos cuatro centros de hospitalización y 17 centros para pacientes ambulatorios en Shinkafi, Zurmi, Gummi y Talata Mafara en Zamfara, un estado gravemente afectado por la desnutrición. En los cuatro centros, los equipos de Médicos Sin Fronteras han tratado a más de 7,000 niños y niñas entre enero y julio de 2024. Estas cifras de admisiones son un 34% más altas que las del mismo período en 2023. En Shinkafi y Zurmi, donde MSF realizó el reciente examen de desnutrición, el aumento de admisiones es un 50% mayor que en el mismo período del año pasado. En el centro médico de Gummi, los ingresos en julio de 2024 fueron casi el doble en comparación con el mismo mes del año pasado.

Junto con el significativo aumento de ingresos por desnutrición, los equipos de MSF están observando un gran número de niños y niñas con enfermedades prevenibles mediante vacunación, como el sarampión. En Zamfara hemos tratado al menos 5,700 casos de sarampión en lo que va de año. Las enfermedades infecciosas como el sarampión, la malaria y la diarrea acuosa aguda comprometen gravemente el estado nutricional de los niños y niñas. A su vez, la desnutrición los hace mucho más susceptibles a estas enfermedades, con mayor riesgo de muerte.

“La primera vez que traje a mi hijo al hospital, no sabía si sobreviviría”, dice Hafsat Lawal, una madre cuyo hijo está siendo tratado por desnutrición en un centro de MSF en Zamfara. “En casa, debido a la inseguridad no tenemos comida. Los precios de los alimentos han subido más del doble. Si tuviéramos dinero, habríamos comprado algunos cereales, pero no podemos”.

 

Muhammad Faysal Abdullahi, asistente de enfermería, utiliza un MUAC para medir la circunferencia del brazo para evaluar a un paciente.
El estado de Bauchi, junto con la mayor parte del norte de Nigeria, se enfrenta a una crisis de desnutrición. © Miguel Godonou/MSF

 

Las comunidades se enfrentan a altos niveles de violencia en Zamfara. Han dicho a los equipos de MSF que tienen miedo de moverse por el estado. Asumen enormes riesgos para llegar a centros de salud que funcionan. Las autoridades sanitarias estiman que en 2023, sólo son accesibles unos 200 de los 700 centros de salud de Zamfara, y el resto no funcionan. Una de las razones es que el personal sanitario tiene dificultades para llegar a ellos.

A pesar de la actual crisis humanitaria y de enfrentar altos niveles de inseguridad, las comunidades del noroeste llevan mucho tiempo excluidas de la respuesta humanitaria coordinada. Es esencial que las autoridades sanitarias en esta área, junto con las organizaciones internacionales y los donantes, incrementen urgentemente su respuesta. Es necesaria una ampliación inmediata de las instalaciones de salud para tratar a los niños y niñas con desnutrición. Además de garantizar que más hospitales puedan brindar el tipo de atención hospitalaria que se necesita desesperadamente para salvar vidas. UNICEF, como principal proveedor de RUTF, debe garantizar la entrega constante y suficiente de estos alimentos terapéuticos esenciales para evitar que más niños sean víctimas de esta crisis.

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