Vacunar a más niños y niñas en la región del Bajo Juba de Somalia podría evitar que miles mueran de sarampión

  • ESTÁS AQUÍ
  • Actualidad
  • Vacunar a más niños y niñas en la región del Bajo Juba de Somalia podría evitar que miles mueran de sarampión
Dhobley Vaccination Campaign

Raaliyo Abukar Shuuriye, de 33 años, de la ciudad fronteriza somalí de Dhobley, sabe que el sarampión puede matar. “El sarampión es una enfermedad mortal y conozco personas cuyos hijos e hijas han muerto a causa de ella”, dice. En marzo y abril, dos menores de cinco años murieron de sarampión en Dhobley durante el último brote en la ciudad. Cuando Raaliyo escuchó que los equipos estaban vacunando contra el sarampión, estaba ansiosa por proteger a sus gemelos de 19 meses y a sus tres hijos mayores.

Raaliyo Abukar Shuuriye, de 33 años, de la ciudad fronteriza somalí de Dhobley, sabe que el sarampión puede matar. “El sarampión es una enfermedad mortal y conozco personas cuyos hijos e hijas han muerto a causa de ella”, dice. En marzo y abril, dos menores de cinco años murieron de sarampión en Dhobley durante el último brote en la ciudad. Cuando Raaliyo escuchó que los equipos estaban vacunando contra el sarampión, decidió proteger a sus gemelos de 19 meses y a sus tres hijos mayores.
 
En mayo de 2021, Médicos Sin Fronteras (MSF) apoyó al personal del Ministerio de Salud para llevar a cabo una campaña de vacunación contra el sarampión con un mes de duración en Dhobley, en la región del Bajo Juba de Somalia. Los equipos vacunaron contra la enfermedad a 7,859 niños y niñas de entre seis meses y 15 años. Los niños y niñas también recibieron suplementos de vitamina A, mientras que a los menores de cinco años se les examinó la desnutrición; los que necesitaban tratamiento fueron remitidos para recibirlo.
 
El sarampión tiene una alta prevalencia en la mayor parte de Somalia y afecta a niños y niñas de todas las edades durante todo el año. La región meridional del Bajo Juba no cuenta con un programa de vacunación de rutina debidamente administrado debido a su deficiente sistema de salud, por lo que los brotes a pequeña escala son frecuentes. Los más vulnerables son los niños y niñas menores de cinco años.
 
 
 
 
El sarampión se propaga cuando las personas enfermas tosen o estornudan, y es tan contagioso que un niño o niña enfermo puede transmitirlo hasta al 90% de los niños y niñas no vacunados que se encuentran cerca. “La naturaleza comunal del pueblo somalí hace que sea aún más fácil y rápido que el sarampión se propague entre la población, lo que hace que la enfermedad tenga un alta prevalencia en la región de Jubalandia”, dice el asesor médico de MSF, Adan Abdi.
 
Desde 2014, los brotes en Jubalandia han hecho que se contagien 3,904 niños y niñas con sarampión y ocasionado 29 muertes, según el Ministerio de Salud. Se cree que muchos más casos no han sido denunciados.
 
El control de enfermedades prevenibles por vacunación como el sarampión es un gran desafío en Somalia, debido a la baja cobertura de inmunización de rutina, el movimiento de la población y las dificultades para llegar a los niños y niñas que viven en áreas muy inseguras o regiones con carreteras e infraestructura deficientes, o que provienen de familias de pastores que se desplazan de un lugar a otro. Mientras tanto, los niños y niñas no vacunados de áreas remotas pueden transmitir la enfermedad cuando visitan las ciudades.
 
“El hacinamiento, la inseguridad y la baja cobertura de vacunación son factores que contribuyen a la propagación de esta enfermedad”, dice Abdi. “Se cree que el sarampión es responsable de más muertes infantiles que cualquier otro microbio, debido a complicaciones de neumonía, diarrea y desnutrición. Por eso es importante tener una alta cobertura de vacunación entre la población”.
 
El sarampión también suele provocar una deficiencia aguda de vitamina A, que puede causar ceguera. A nivel mundial, la mitad de los niños y niñas que quedan ciegos mueren en un año, según la Organización Mundial de la Salud.
 
“Estoy muy feliz de haber vacunado a mis cinco hijos e hijas hoy”, dice Raaliyo Abukar Shuuriye, mientras abandona el lugar de la vacunación. "Realmente agradeceríamos que este tipo de servicios se lleven a nuestras puertas con más frecuencia".
 
Compartir