Violencia, cólera y desplazamiento: Una región atrapada en una crisis humanitaria

Sudán del Sur ha estado lidiando con brotes de cólera en varias partes del país desde el año pasado. La última ola, que comenzó en el estado del Alto Nilo, ahora se está extendiendo hacia Etiopía, donde trabajamos para tratar a los pacientes en medio del aumento de casos.

Equipos de promoción de la salud de MSF visitan la comunidad para concientizar y compartir conocimientos sobre el cólera, la higiene y la prevención en Ulang, Alto Nilo, Sudán del Sur.
crisis humanitaria en la frontera de Sudán del Sur y Etiopía. Equipos de promoción de la salud de MSF visitan la comunidad para concientizar sobre el cólera, la higiene y la prevención en Ulang, Alto Nilo, Sudán del Sur. © MSF

Los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados, que inicialmente comenzaron en el estado del Alto Nilo, ahora corren el riesgo de extenderse a otras partes del país. Mientras tanto, al otro lado de la frontera, la región de Gambella en Etiopía está experimentando las consecuencias de esta violencia. Según Naciones Unidas, aproximadamente 10,000 personas desplazadas han cruzado a Etiopía desde principios de marzo.

 

Una trabajadora examina a un pequeño paciente de cólera en la unidad de tratamiento de cólera de MSF en Burebeiye, en la región de Gambella, Etiopía
Una trabajadora examina a un pequeño paciente de cólera en la unidad de tratamiento de cólera de MSF en Burebeiye, en la región de Gambella, Etiopía. © Metasebia Teshome/MSF

 

“Hemos sido testigos de cómo esta violencia ha impulsado la propagación del cólera en varias áreas, pero un conflicto más amplio y en escalada podría llevar al país entero a una catástrofe humanitaria sin precedentes”, afirma Zakaria Mwatia, nuestro coordinador general en Sudán del Sur. “Hacemos un llamado urgente a todas las partes en conflicto para garantizar la protección de civiles, trabajadores sanitarios e instalaciones médicas, y permitir el acceso sin restricciones a la asistencia humanitaria y médica, en consonancia con el derecho internacional humanitario”.

Sudán del Sur ha estado lidiando con brotes de cólera en varias partes del país desde el año pasado. La última ola, que comenzó en el estado del Alto Nilo, ahora se está extendiendo al vecino estado de Jonglei, al Área Administrativa de Gran Pibor y a través de la frontera hacia la región de Gambella en Etiopía, donde estamos trabajando para tratar a los pacientes en medio del aumento de casos.

En el estado del Alto Nilo, estamos asistiendo a personas heridas en la violencia y apoyando instalaciones de tratamiento de cólera en los condados de Ulang, Malakal y Renk. En el estado de Jonglei, estamos respondiendo en Lankien y en Akobo, donde una unidad de tratamiento de cólera con 100 camas establecida en el hospital del condado de Akobo ha atendido a más de 300 pacientes en poco más de dos semanas. También trabajamos en la ciudad de Pibor, en el Área Administrativa de Gran Pibor. Desde principios de marzo, nuestros equipos han tratado a más de 1,000 pacientes con cólera en todo Sudán del Sur y han atendido a más de 30 personas heridas en la violencia.

 

Unidad de tratamiento de cólera de MSF en Moan, Gambella, Etiopía.
Personal de MSF camina por la unidad de tratamiento de cólera de MSF en Moan, Gambella, Etiopía. © Metasebia Teshome/MSF

 

Ruach Riek Chuol fue ingresado en nuestro hospital en Ulang con heridas sufridas en los enfrentamientos. “Todos mis bienes y propiedades de mi negocio se quemaron dentro de la casa”, cuenta. “Todo fue destruido en el incendio, incluyendo la casa donde estaba”.

 

Respondemos a un brote de cólera

En la región de Gambella, en Etiopía y en colaboración con el Ministerio de Salud, hemos tratado a más de 560 pacientes con cólera desde el inicio de la respuesta a principios de marzo, en su Centro de Tratamiento de Cólera y unidades (CTC/CTU) en Mattar, Moan y Burbeiye, con una capacidad de 100 camas. También gestionamos puntos de rehidratación oral y realizamos actividades de agua, saneamiento e higiene (WASH) y sensibilización comunitaria, incluyendo campañas puerta a puerta de concientización sobre el cólera y esfuerzos de purificación de agua, alcanzando a más de 5,000 personas en múltiples ubicaciones.

Además del tratamiento del cólera, también hemos brindado atención médica a 160 pacientes heridos en los enfrentamientos en Sudán del Sur. “Vine aquí porque en Nasir están matando a la gente”, dice una madre sursudanesa que llegó recientemente a Burbeiye, Etiopía. “No había nada para comer, y cuando llegamos a las zonas donde pudimos descansar, mis hijos se enfermaron. No había instalaciones de salud a las que pudiéramos acudir”.

La situación se está deteriorando rápidamente, ya que miles de personas que huyen de la violencia en Sudán del Sur están cruzando la frontera en busca de seguridad. En Wanthoa Woreda, un nuevo campamento en Burbeiye surgió casi de la noche a la mañana, con más de 6,500 nuevas llegadas reportadas por los administradores locales, en su mayoría mujeres, niños y personas mayores, que llegaron después de varios días de viaje.

“Las personas desplazadas están llegando a Gambella con poco más que lo que pueden cargar”, dice Joshua Eckley, nuestro coordinador general en Etiopía. “Nuestros equipos están respondiendo al brote de cólera y brindando atención a quienes llegan exhaustos y en malas condiciones. Las necesidades son significativas y, sin apoyo adicional, la situación podría empeorar”.

 

Violencia, cólera y desplazamiento: Una región atrapada en la crisisMadres con hijos en estado crítico a causa del cólera están siendo derivadas para recibir atención médica adicional en Mattar, región de Gambella, Etiopía.
Madres con hijos en estado crítico a causa del cólera están siendo derivadas para recibir atención médica adicional en Mattar, región de Gambella, Etiopía. © Metasebia Teshome/MSF

 

Esta crisis surge en un momento en que Sudán del Sur y Etiopía enfrentan grandes recortes en la financiación de donantes, incluyendo las recientes reducciones de USAID. Aunque MSF no aceptamos financiación del gobierno de EE. UU., los recortes en la asistencia humanitaria y sanitaria reducirán gravemente la capacidad de otras organizaciones para responder a crisis como esta.

“En lugares como Akobo, en el estado de Jonglei, la respuesta al cólera se ha visto muy afectada por los recortes de financiación, incluyendo la clausura de servicios de salud críticos”, dice Zakaria. “Varias clínicas móviles ya han cerrado tras los recortes de fondos de EE. UU., y algunas organizaciones que apoyaban instalaciones de salud, incluidas unidades de tratamiento de cólera, han suspendido todas sus actividades. Esto forma parte de una tendencia más amplia en todo el país”.

El sistema de salud en Sudán del Sur sufre de una financiación crónicamente insuficiente, falta de personal sanitario capacitado, escasez de medicamentos y suministros, y una capacidad limitada para responder a emergencias. El país, que ya lucha por satisfacer sus propias necesidades médicas y humanitarias, está aún más sobrecargado por la llegada de más de un millón de personas que huyen de la guerra en el vecino Sudán. Se necesita apoyo urgente para proporcionar agua segura, implementar campañas masivas de vacunación contra el cólera y reforzar la capacidad de tratamiento tanto para pacientes con cólera como para casos traumáticos.

 

El equipo médico de MSF proporciona tratamiento vital en el Centro de Tratamiento del Cólera (CTC).
En la región etíope de Gambella, MSF, en colaboración con el Ministerio de Salud, hemos tratado a más de 560 pacientes de cólera desde el inicio de la respuesta a principios de marzo. © Metasebia Teshome/MSF

 

“La interrupción de los servicios de tratamiento de cólera, combinada con la reducción de la capacidad de los actores para apoyar las campañas de vacunación oral, aumenta el riesgo de una mayor propagación. Instamos a los donantes a asignar fondos de emergencia para la respuesta en Sudán del Sur y la vecina Etiopía en medio de esta crisis en aumento”, concluye Zakaria.

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