Zimbabue: Recogiendo los frutos del reciclaje en Harare

Un hombre cuidando el compostador en Zimbabue
Un líquido llamado ‘té de gusano’ se vierte sobre los desechos para retirar los malos olores de la composta. © Manzongo John/MSF

“¡No es un desperdicio hasta que se desperdicia!” se lee en el letrero que se encuentra frente a los altísimos depósitos de agua en la comunidad de Stoneridge a las afueras de la capital de Zimbabue, Harare.   

En este lugar, Médicos Sin Fronteras (MSF) construimos un sistema que no solo recicla residuos de alimentos, sino también aguas residuales, y esto ha tenido un impacto significativo en la salud de las personas. 

Trabajando con comunidades en Harare para identificar los retos médicos y medioambientales que enfrentan, desde MSF vimos la oportunidad de abordar dos grandes problemas en Stoneridge. El primero era la forma en que se podía lidiar con los desechos biodegradables, como restos de comida, que pueden llenar rápidamente los vertederos y las tuberías de agua, y cuya eliminación es muy costosa. El segundo era cómo reciclar aguas residuales para evitar la contaminación de las aguas subterráneas y la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como la fiebre tifoidea y el cólera. Colaborando con la población de Stoneridge, en 2019 lanzamos primero un programa piloto con 32 hogares.  

Una mujer reciclando en Zimbabue
Benhilda Mutungira usando un biofertilizante en su alimento. © Manzongo John/MSF

 

 

La magia de las lombrices 

Para el reciclaje de los derechos orgánicos, la solución fue elegantemente sencilla. Los equipos de Médicos Sin Fronteras instalaron compostadores y suministraron las lombrices necesarias para transformar los desechos en biofertilizante, llamado lombricomposta. Este es el resultado natural de la digestión y excreción de las lombrices. Así que los desechos orgánicos se reducen y se produce un fertilizante orgánico que puede utilizarse para los huertos familiares o venderse para obtener ingresos adicionales. Con la reproducción natural de las lombrices de tierra dentro del compostador, también existe un mercado para vender lombrices a las personas que se inician en el compostaje. 

“La composta que hacemos es muy buena para los cultivos y vegetales, y estamos disfrutando el cultivar alimentos. Aquí, allá, hay verde en todos lados,” nos dice Farai Wafawareva, una residente de Stoneridge y propietaria de un compostador.  

 

Aguas grises, jardines verdes 

Para reciclar las aguas residuales, remplazamos las viejas fosas sépticas por descongestionadores que separan las aguas grises (aguas residuales del lavado y las regaderas) y las aguas negras (aguas residuales del escusado). Estas aguas residuales pasan por el descongestionador y se reciclan a través de la estación de aguas residuales.

Las aguas residuales recicladas se cloran (se les agrega cloro) y se reutilizan para regar los jardines y para las cisternas de los inodoros. “Solíamos tener sistemas de aseo deficientes”, dice Farai. “Esas viejas fosas sépticas tenían el peligro de contaminar el suelo. Ahora todos nuestros residuos están canalizados, por lo que no hay contaminación del suelo ni del agua. Nos sentimos muy orgullosos de tener un sistema tan bueno, un buen entorno y una buena flora y fauna”.  

 

Recogiendo la basura 

Al norte del oasis verde de Stoneridge se encuentra Mbare, una de las áreas más densamente pobladas de Harare, donde la basura y las prácticas deficientes del manejo de residuos sólidos son un constante riesgo de salud. “Los residuos o la basura mal gestionados pueden obstruir los desagües pluviales y las líneas de alcantarillado, lo que provoca el estancamiento de las masas de agua y las inundaciones. Esto crea condiciones insalubres que pueden provocar brotes diarreicos causados por enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea”, explica el coordinador de proyectos de MSF, Danish Malik. 

Harare genera alrededor de 70,000 toneladas de desechos sólidos cada año, por lo que la creación de la Estación de Transferencia de Residuos de Mbare fue una prioridad para el equipo de MSF. La iniciativa dirigida por la comunidad ofrece varias ventajas: en primer lugar, hogares y negocios como restaurantes de comida rápida pueden separar sus residuos reciclables y optar por recogerlos y reciclarlos en la estación. En segundo lugar, los recicladores que buscan un ingreso extra pueden recolectar residuos reciclables o clasificar los residuos en la estación y cambiarlos por dinero en efectivo.  

Integrante de MSF reciclando en Harare Zimbabue
Iginations Takavada, de MSF, hablando con integrantes de la comunidad de Stoneridge sobre los biofertilizantes que ocupan. © Manzongo John/MSF

 

Dinero en la basura

Para movilizar y sensibilizar a la comunidad, se realizó una formación con una organización local asociada. “50 de nosotros fuimos capacitados sobre gestión de residuos dentro de la comunidad. Luego transferimos los conocimientos enseñando a otros miembros de la comunidad,” dice Blantina Masvosva, una recicladora de Mbare. “La gente en la comunidad de Mbare ya no tira basura por todas partes. Pueden traer la basura separada y conseguir un ingreso extra para mantener a sus familias. Ahora entiendo que hay dinero en la basura”.  

 

Beneficios, Beneficios, Beneficios 

Como organización médica, nuestro objetivo final para este tipo de proyectos es reducir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. “Hasta ahora no hemos visto contaminación de las aguas subterráneas en los lugares en los que hemos implementado el proyecto, lo que significa que estamos venciendo a las enfermedades transmitidas por el agua”, dice Iginations Takavada, supervisor de salud ambiental de MSF. 

Pero los beneficios van más allá de la disminución de las enfermedades, lo que demuestra que las iniciativas de salud ambiental deben integrarse en nuestros proyectos sanitarios para que sean sostenibles a largo plazo. “Los proyectos tienen enormes beneficios, no sólo para la salud pública y medioambiental,” dice Danish. “También proporcionan un saneamiento sostenible e higiénico, empleos verdes y oportunidades de generar ingresos, suelo fértil y una reducción total de costos en el manejo de residuos para las autoridades locales.” 

 

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