Las personas en el noroeste de Siria, obligadas a huir a medida que se mueve la línea del frente

En febrero, el Dr. Ajaj habló con Médicos Sin Fronteras (MSF) sobre la situación en Takad, una ciudad rural en el oeste de la provincia de Alepo, que está albergando a grandes números de familias desplazadas que huyeron hacia el norte para escapar de la ofensiva de las fuerzas del gobierno sirio y sus aliados rusos.

En febrero, el Dr. Ajaj habló con Médicos Sin Fronteras (MSF) sobre la situación en Takad, una ciudad rural en el oeste de la provincia de Alepo, que está albergando a grandes números de familias desplazadas que huyeron hacia el norte para escapar de la ofensiva de las fuerzas del gobierno sirio y sus aliados rusos. 
 
El Dr. Ajaj gestionó la clínica de salud primaria de MSF en Takad hasta que la línea del frente se acercó peligrosamente y se vio obligado a buscar una ubicación más segura para el centro. Ahora fue reubicado en un edificio abandonado en el campo de Deir Hassan, donde 120,000 personas desplazadas se están refugiando actualmente. MSF está gestionando una clínica móvil en el campo de Deir Hassan.
 
“Actualmente no hay civiles en Takad, sólo hay combatientes. El régimen ha tomado Basratoun, a sólo 10 km al oeste de Takad, que ahora está en la línea del frente.
Anteriormente había alrededor de 20,000 personas en Takad; 12,000 locales y 8,000 desplazados. Pero durante el último día en que hablamos (el 13 de febrero) las personas comenzaron a huir de Takad, y para el tercer día ya no quedaban familias en la ciudad.
 
Huimos de los bombardeos junto con los demás y nos dirigimos a Deir Hassan, porque por el momento es relativamente seguro allí. Hay una gran congregación de personas desplazadas que han instalado tiendas de campaña en el área. Hay más de 120,000 personas desplazadas en Deir Hassan, pero no hay un solo centro médico. Por eso elegimos este lugar.
 
Ese primer día trasladamos sólo lo vital, aquello que podíamos cargar, porque había fuertes bombardeos y no podíamos llevar todo con nosotros.
 
Llevamos el equipo de laboratorio, el ultrasonido y el equipo de monitoreo cardiaco. Inicialmente lo dejamos todo en Termanin, un área segura cerca de Takad, y después lo movimos a Deir Hassan cuando la situación se calmó un poco, porque el régimen ahora está atacando la zona rural sur y este de la provincia de Idlib. En los últimos 3 o 4 días, hemos logrado mover todo, con el apoyo de MSF que ha pagado todos los costos de transporte.
 
Hoy tenemos muchos pacientes, aunque el centro médico no es ampliamente conocido. No me imagino cómo estará una vez que sea más conocido.
 
Tenemos a un doctor de medicina interna, un pediatra y un ginecólogo. En sólo 4 horas recibimos entre 60 y 65 niños, y a las 11 de la mañana tuvimos que dejar de recibir pacientes porque no podíamos atender a ninguno más. Estamos sobrepasados.
 
Entre los niños, estamos viendo muchos casos de bronquitis porque están viviendo en un campo, y también por el clima, también vemos casos de otitis (infecciones del oído). Entre los adultos estamos viendo colitis, gastritis y faringitis (inflamación del colón, del estómago y la garganta). También estamos viendo infecciones del tracto respiratorio superior entre niños y adultos.
 
Actualmente estoy viviendo en Al-Dana, a donde me trasladé con mi familia, y esta es la quinta vez que hemos sido desplazados. Mis niños llevan un mes sin ir a la escuela, desde que comenzaron los combates. La mayoría de los niños en los campos no acuden a la escuela.
 
Las personas siguen llegando al área, pero no están llegando a Deir Hassan porque el sitio ya está lleno. Lo que están haciendo es instalar sus tiendas de campaña a unos 2 o 3 kilómetros de distancia. Las personas dependen de la ayuda, pero no hay suficiente para todos.”
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