Sudán del Sur: las graves inundaciones y la falta de respuesta humanitaria dejan a la población peligrosamente expuesta en Bentiu

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Las personas en Bentiu, en el norte de Sudán del Sur, se enfrentan a brotes de enfermedades infecciosas transmitidas por el agua, al aumento de la inseguridad alimentaria y desnutrición, debido a algunas de las más graves inundaciones en las últimas décadas.

Las personas en Bentiu, en el norte de Sudán del Sur, se enfrentan a brotes de enfermedades infecciosas transmitidas por el agua, al aumento de la inseguridad alimentaria y desnutrición, debido a algunas de las más graves inundaciones en las últimas décadas. El hecho de que las organizaciones humanitarias y las autoridades no logran ampliar con la suficiente rapidez una respuesta ha dejado al menos a 152,000 personas desplazadas viviendo bajo horribles condiciones.
 
Médicos Sin Fronteras (MSF) llamamos a otras organizaciones humanitarias en Bentiu, así como a las Naciones Unidas, al Ministerio de Salud y al gobierno de Sudán del Sur, a que aumenten urgentemente la asistencia alimentaria y nutricional, los servicios de agua y saneamiento, refugio y atención sanitaria. 
 
“La respuesta humanitaria peligrosamente lenta e inadecuada pone vidas en riesgo”, asevera Will Turner, gestor de operaciones de emergencia de MSF, “La deplorable situación dentro del campo para personas desplazadas en Bentiu –  el antiguo Sitio de Protección de Civiles – no es un nuevo fenómeno. Por años hemos advertido repetidamente sobre las terribles condiciones, pero otras organizaciones y agencias responsables de los servicios de agua y saneamiento en el campo no han aumentado ni ajustado suficientemente sus actividades”, afirma. 
 
Ahora nos enfrentamos a una situación en la que, incluso en esta crisis actual, parece haber una parálisis en la acción, lo que resulta en condiciones de vida horribles y enormes riesgos para la salud de las personas que viven en el campo de Bentiu y en los campos improvisados en la ciudad de Bentiu”, afirma Turner. 
 
 
 

Las necesidades médicas son enormes

Las inundaciones de este año afectaron más a la población de Bentiu, la capital del estado de Unity, y más de 800,000 personas en todo el país han sido afectadas. Se estima que 32,000 personas huyeron de las crecientes inundaciones en las aldeas de alrededor y en los condados de Guis y Nhyaldu, y ahora viven en cuatro campos improvisados en la ciudad de Bentiu. Mientras tanto, el número de personas en el campo para personas desplazadas internamente en Bentiu (anteriormente un Sitio de Protección de Civiles) aumentó a 12,000 en solo un par de meses, y ahora alberga a alrededor de 120,000 personas, y es probable que miles más hayan llegado en las últimas semanas. 
 
“Cuando las inundaciones llegaron destruyeron todo. Tuvimos que dejar nuestra casa. Ahora estamos sufriendo porque no tenemos lo básico como mantas de plástico, agua limpia, suficientes alimentos”, dice Johnson Gailuak, un hombre de 28 años que fue desplazado por las inundaciones. 
 
“Mi deseo para el futuro es que los niveles de agua bajen para que las personas puedan regresar a sus casas y para que mi familia tenga suficientes alimentos”, concluye. 
 
Con la afluencia de personas en el campo de Bentiu, el hospital de MSF ahora está completamente por encima de su capacidad. Hasta ahora, en noviembre, nuestros equipos han atendido a un promedio de 180 pacientes por día. La mayoría son niños y niñas menores de cinco años que padecen malaria, infecciones de las vías respiratorias y desnutrición. 
 
Hemos agregado 45 camas adicionales a nuestras 135 camas existentes en el hospital, y hubo un aumento del 35 por ciento en las admisiones de agosto a octubre. Nuestros equipos han tenido que convertir una sala de reuniones, así como la capacidad de aislamiento restante, en departamentos para pacientes ambulatorios y una sala de pediatría para adaptarse al aumento de pacientes. 
 
“Estamos extremadamente preocupados por la desnutrición, con niveles de desnutrición aguda severa dos veces mayores que el umbral de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el número de niños y niñas admitidos en nuestro hospital con desnutrición severa se duplicó desde que las inundaciones comenzaron”, dice Jacob Goldberg, gestor médico de emergencias en MSF. 
 
Mientras tanto, el hospital del estado de Bentiu se encuentra sobrepasado y la atención médica básica disponible es insuficiente, con horarios de apertura limitados y sin aumento de la capacidad de camas para hacer frente a los altos números de niños y niñas con desnutrición. 

Una tormenta perfecta para el brote de enfermedades 

En el campo de Bentiu, las condiciones de vida son espantosas. La planta de tratamiento de aguas residuales ha estado aislada durante semanas por el agua de la inundación, lo que significa que casi no hay letrinas funcionales en el campo. A medida que más y más personas llegan al campo debido a las inundaciones, hay un aumento visible de la defecación al aire libre, con excrementos (heces y orina) que se filtran desde las letrinas desbordadas hacia los desagües abiertos. Además, las personas no tienen suficiente agua o almacenamiento de agua, no hay recolección de basura lo que resulta en la acumulación de desechos, mientras que los animales muertos (cabras y perros) se pudren en los sistemas de drenaje. 
 
 
 
 
Con las condiciones ya deplorables, empeoran aún más con la afluencia de personas que recién llegan, por lo que la población corre un mayor riesgo de sufrir brotes y enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea aguda, el cólera y la malaria.
 
Mientras tanto, en los campos de la ciudad de Bentiu, el número de pacientes con malaria es extremadamente preocupante, alrededor del 60 por ciento de nuestras consultas en clínicas móviles ahora se enfocan en pacientes con malaria. Cuando las aguas retroceden, se crea un caldo de cultivo perfecto para los mosquitos, y la mayoría de las personas en los campos ni siquiera tienen mosquiteros, lo que les deja peligrosamente expuestas a la enfermedad. Nuestros equipos médicos también empiezan a ver un aumento de casos de diarrea agua en algunos campos debido a las malas condiciones de agua y saneamiento. 
 
“Con el hospital completamente lleno, si hay un gran brote de una enfermedad infecciosa o transmitida por el agua, no tendremos suficiente espacio para responder adecuadamente”, afirma Goldberg. 

Se necesita actuar urgentemente

Desde MSF hemos aumentado rápidamente nuestras actividades y hemos traído un equipo de emergencia adicional compuesto por personal médico, asesores de agua y saneamiento y coordinadores de emergencia para administrar las clínicas móviles en la ciudad de Bentiu. También realizaremos vigilancia de enfermedades en el campo de Bentiu, y daremos apoyo en cuestiones de agua y saneamiento con limpieza y reparación de letrinas de emergencia. Pero aún no es suficiente para satisfacer las masivas necesidades . La respuesta humanitaria de otras organizaciones y agencias en Bentiu sigue siendo lenta e insuficiente, y los donantes avanzan lentamente con fondos de emergencia. 
 
“La respuesta humanitaria en Bentiu necesita cambiar de marcha urgentemente”, dice Turner. “Todavía no hay suficiente asistencia alimentaria dentro o fuera del campo de Bentiu a pesar de la afluencia de personas desplazadas, y las raciones de alimentos se redujeron a la mitad a principios de este año. 
 
“Las organizaciones y agencias de agua y saneamiento apenas han incrementado sus actividades a pesar de las horribles y peligrosas condiciones en los campos. Las personas simplemente no pueden continuar siendo forzadas a vivir en condiciones indignas, expuestas innecesariamente a las enfermedades prevenibles. Ahora es necesaria la acción urgente de otras organizaciones y agencias”, concluye Turner. 
 
 
 
MSF empezó a trabajar en Bentiu, capital del estado de Unity, en el año 2000, brindando atención médica a personas desplazadas que huyen de la violencia y los conflictos. En la ciudad de Bentiu, la clínica de MSF se enfoca en servicios para la violencia sexual y de género y salud sexual y reproductiva, con actividades de divulgación que incluyen la promoción de la salud y la participación comunitaria.
 
En el campo de Bentiu, el campo más grande para personas desplazadas en Sudán del Sur, MSF ha brindado servicios de atención médica desde la formación del campo en 2014. Brindamos atención médica especializada, cirugía y servicios de emergencia para personas adultas, niños y niñas en nuestro hospital, así como un equipo de divulgación dentro del campo, y capacidad de respuesta de emergencia para responder a los brotes de enfermedades. 
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