COVAX: Una promesa incumplida para el mundo

Vacunación COVID-19 en Venezuela
Maryuri Garcia, enfermera de MSF, aplicando la vacuna de COVID-19 a un migrante venezolano en Perú. © Max Cabello Orcasitas

El rápido avance de las y los científicos en la producción de múltiples vacunas altamente efectivas contra la COVID-19 fue un logro épico para la salud pública. Sin embargo, según lo que reflejan los datos, los esfuerzos realizados durante el último año para distribuir equitativamente esas vacunas han sido un fracaso.

Ningún país ha dejado de estar afectado por la pandemia de COVID-19, pero un año después de las primeras autorizaciones de vacunas, a demasiados países se les niega el acceso a las vacunas contra la COVID-19 que salvan vidas.

El Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19, llamado COVAX, se creó como un mecanismo de adquisición de vacunas a nivel mundial para ofrecer un acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19 a todos los países, independientemente de sus ingresos. Desafortunadamente, hasta ahora el mecanismo no ha logrado cumplir su visión. Hoy, presentamos un documento que, a manera de resumen, ofrece un análisis de COVAX y pide un cambio radical para hacer que las vacunas contra la COVID-19 sean accesibles para todo el mundo.

De cara al futuro, hay ajustes inmediatos en COVAX que deberían realizarse para mejorar la transparencia, la responsabilidad y la confianza en el mecanismo y ayudar a mejorar el acceso a las vacunas COVID-19. Además, hay cambios sistémicos más amplios que finalmente deben abordarse si el mundo quiere evitar que se repita la grave injusticia de cientos de millones de personas a las que se les niega el acceso a los frutos de la innovación médica.

A pesar de la retórica de los líderes mundiales en el lanzamiento de ACT-A de que las vacunas contra la COVID-19 serían “bienes públicos mundiales”, hasta la fecha la respuesta a la COVID-19 ha perpetuado el statu quo. Es hora de que eso cambie.

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