Myanmar/Bangladesh: Crisis Rohingya – resumen de los resultados de seis encuestas

 

El 25 de agosto de 2017 una operación militar de contrainsurgencia en el estado de Rakhine, en Myanmar, provocó un desplazamiento masivo de civiles rohingyas hacia Bangladesh. Durante los siguientes tres meses, unos 626,000 rohingyas cruzaron a Bangladesh para escapar de la violencia.

 

Para evaluar la magnitud de la emergencia y las necesidades de ayuda humanitaria, Médicos Sin Fronteras (MSF) realizó seis encuestas de mortalidad retrospectiva de la población que vive en asentamientos en Kutupalong, Balukhali y Tasnimarkhola en el distrito de Cox’s Bazar, en Bangladesh (imagen 1). Las encuestas se centraron en una población total de 608,108 personas; de las cuales 503,698 huyeron de Myanmar después del 25 de agosto. 100,464 eran menores de 5 años.

 

 

 

En noviembre de 2017, MSF realizó seis encuestas retrospectivas entre la población Rohingya en Bangladesh. Se llevaron a cabo cuatro encuestas en los asentamientos del norte (en el asentamiento improvisado de Kutupalong, en el de Balukhali y en las extensiones de estos asentamientos), que cubren una población estimada de 367,718. Se realizaron otras dos encuestas en los asentamientos del sur (en los asentamientos de Balukhali 2 y Tasnimarkhola), que abarcaron aproximadamente a 135,980 personas.

 

En el norte, el equipo encuestador utilizó muestreo aleatorio sencillo, con una muestra de 905 hogares; en el sur se utilizó un muestreo sistémico, con una muestra de 1,529 hogares. En total, los equipos de encuesta realizaron entrevistas con 2,434 hogares (que representan a 11,426 personas). 

 

El período de tiempo considerado para las encuestas cubrió lapsos de tiempo aproximadamente iguales de antes y después del 25 de agosto de 2017, comenzando el 27 de mayo de 2017 y finalizando el 30 de octubre de 2017. Los jefes de familia describieron la estructura familiar y proporcionaron la fecha, el lugar y la causa de muerte de sus familiares que fallecieron. Para agrupar los resultados de la encuesta, MSF realizó un análisis ponderado utilizando las estimaciones de población para el área de captación de cada encuesta.

 

 

Estas encuestas son representativas de 503,698 rohingyas que llegaron del estado Rakhine de Myanmar durante los desplazamientos masivos recientes, y 104,410 rohingyas que ya vivían en los asentamientos en Bangladesh desde antes del 25 de agosto de 2017. Se estima que unos 626,000 rohingyas llegaron a Bangladesh desde el 25 de agosto y, por lo tanto, las encuestas de MSF representan el 80,4% de la población total recién llegada a Bangladesh desde Myanmar.

Las muertes reportadas ocurrieron durante el primer mes de la crisis (del 25 de agosto al 24 de septiembre de 2017) representan el 2.26% de la población total [IC 95%: 1.87 – 2.73%], con 2.83% [IC 95%: 2.23 – 3.59%] de muertes de hombres y 1.69% [95 IC: 1.24 – 2.30%] de muertes de mujeres durante ese lapso de tiempo (Tabla 1).

 

 

 

La violencia fue la causa directa de la muerte de la mayoría (71,7%) de los rohingyas que murieron entre el 25 de agosto y el 24 de septiembre de 2017. La causa de la muerte por disparos representó el 69,4% de estas muertes; ser "quemados hasta morir en sus casas" representó el 8.8%; ser golpeado hasta la muerte el 5.0%; violencia sexual que causó la muerte un 2.6%; y muerte por mina terrestre un 1.0% (resumen en la Tabla 2).

 

Los niños no se libraron de esta violencia: un total de 1.70% [IC 95%: 1.00 – 2.88%] de la población menor de cinco años murió durante este periodo de tiempo, 72.8% de esas muertes fueron causadas por la violencia directa, incluyendo disparos (59.1 %), ser quemados en casa (14.8%), ser golpeados hasta la muerte (6.9%) y morir debido a las minas terrestres (2.3%) (resumen en la Tabla 2).

 

 

 

Expresados ​​en tasas de mortalidad de 10.000 por día (Tabla 3), nuestros datos muestran un nivel de mortalidad extremadamente alto, con una tasa bruta de mortalidad (CMR) de 8.02 muertes / 10.000 / día [IC 95%: 6.63 – 9.71] en los 31 días posteriores al 25 de agosto de 2017. Esta tasa de mortalidad es 13.3 veces más alta que la combinada para la misma población previo al inicio de la crisis (para el período del 27 de mayo al 24 de agosto de 2017) y 9.2 veces mayor que la combinada para la misma población después de los 31 primeros días de la crisis (del 25 de septiembre al 30 de octubre de 2017).

 

La tasa combinada de mortalidad de menores de cinco años (U5MR) fue de 5,97 muertes / 10,000 / día [IC 95%: 3,50 – 10,17] durante los 31 días posteriores al 25 de agosto. Esta tasa es 23,9 veces mayor que la U5MR combinada para la misma población antes de este período (27 de mayo a 24 de agosto de 2017) y 3,2 veces mayor que la U5MR combinada para la misma población después de los 31 primeros días de la crisis (25 de septiembre al 30 de octubre de 2017).

 

Para este mismo período (del 25 de agosto al 24 de septiembre de 2017), la tasa de mortalidad combinada para la población ≥50 años fue de 21,28 muertes / 10,000 / día [IC 95%: 14.44 – 31.36]. Esta tasa de mortalidad es 9.9 veces mayor que la tasa de mortalidad combinada para la misma población previo a este período (27 de mayo al 24 de agosto de 2017) y 8.2 veces mayor que la tasa de mortalidad combinada para la misma población después de los primeros 31 días de la crisis (25 de septiembre a 30 de octubre de 2017).

 

 

 

 

Si aplicamos estas proporciones a la población total de recién llegados en los campamentos encuestados, se estima que 11,393 personas murieron [IC 95%: 9,425 – 13,759] en el estado de Rakhine de Myanmar en los primeros 31 días que siguieron al estallido de la violencia el 25 de agosto de 2017, incluidos 1,713 niños menores de cinco años [IC 95%: 1.008 – 2.896]. De estos, 8,170 muertes se debieron a la violencia [IC 95%: 6.759 – 9.867], incluyendo a 1,247 niños menores de cinco años [IC 95%: 734 – 2.109].

 

Estas encuestas proporcionan evidencia epidemiológica de las altas tasas de mortalidad entre la población Rohingya debido a la violencia, y sugieren que estas personas se enfrentaron a asesinatos en masa antes de su llegada a Bangladesh. Además, es probable que las tasas de mortalidad capturadas aquí sean subestimadas, ya que los datos no representan a las personas que aún no han podido huir de Myanmar ni a las familias enteras que fueron asesinadas.