Chad: “Escuchar puede salvar vidas”

Cuando hay una emergencia, nuestros equipos son expertos en dar atención médica rápida y de alta calidad a las personas. Pero, ¿qué pasa cuando ocurre una crisis crónica? ¿Cómo podemos trabajar con las comunidades para mejorar su salud a largo plazo? Nuestra compañera Noor Cornelissen es parte de un innovador programa piloto que adopta un nuevo enfoque y te explica todo en esta entrada de blog.

Cuando hay una emergencia, nuestros equipos son expertos en dar atención médica rápida y de alta calidad a las personas. Pero, ¿qué pasa cuando ocurre una crisis crónica? ¿Cómo podemos trabajar con las comunidades para mejorar su salud a largo plazo? Nuestra compañera Noor Cornelissen es parte de un innovador programa piloto que adopta un nuevo enfoque y te explica todo en esta entrada de blog. 
 

El silencio puede matar 

En 2015 tuve mi primera misión en Médicos Sin Fronteras (MSF). Como Oficial de Asuntos Humanitarios, recogí testimonios de personas que hablaban acerca de necesidades médicas y violaciones a los derechos humanos en el sur de la República Democrática del Congo (RDC).  
 
En la RDC denunciamos la violencia en contra de la población civil y el limitado acceso a los servicios sanitarios, especialmente para las mujeres. Aunque no estamos seguros de que las palabras puedan salvar vidas siempre, sí sabemos que el silencio mata. Así que cuando vemos una injusticia, el mundo debe saberlo.   
 

Alzando la voz 

Ahora, el mismo motivo me guió a Chad siete años más tarde. Como coordinadora de proyecto dirijo a nuestro equipo y soy responsable de nuestro proyecto en Sila.   
 
Esta provincia colinda con Darfur, Sudán, y es el hogar de decenas de cientos de personas refugiadas sudanesas y chadianas. Algunas personas han tenido que dejar sus hogares debido tanto al conflicto como al cambio climático.  
 
En adición de la vulnerabilidad que viene con el desplazamiento, en Sila muchas personas se enfrentan a barreras para poder acceder a atención médica, especialmente en zonas rurales. Aquí también hablaremos de esta injusticia.  
 

El silencio del desierto 

Antes de salir hacia Chad, un filósofo me dijo que el desierto tiene un efecto mágico. Él predijo que el espacio y el vacío del desierto avivarían mis sentidos. “Verás, oirás y olerás con mayor conciencia y precisión". 
 
Empecé mi viaje llena de expectativas. Una vez que llegué a Chad, me enfoqué en el desierto con todos mis sentidos. 
 
Es caliente, calurosamente sofocante. El polvo hace cosquillas en mi garganta. Mi nariz comienza a sangrar. Mis ojos pican. Y es callado, realmente silencioso. 
 

Una crisis silenciosa 

Lejos de los titulares, una crisis en Chad ha estado en marcha desde hace décadas. En casi ningún otro lugar las madres y los niños y niñas mueren en un número tan elevado a causa de enfermedades evitables.
 
Nuestros equipos brindan atención médica en varias locaciones en todo el país. Muchas vidas son salvadas a través de nuestros proyectos en hospitales y clínicas.  
 
Sin embargo, también vemos que cada vez que la situación mejora y completamos un proyecto, las necesidades vuelven a aumentar rápidamente. 
 
También debemos enfrentar el hecho de que algunas veces la situación empeora, en comparación a como estaba antes de que llegáramos. Esto se debe a que, por ejemplo, durante nuestra presencia algunas personas se acostumbran a la atención médica gratuita. Esto no sólo cambia los sistemas de atención informales que existen, también cambia el comportamiento de las personas para buscar atención médica y el sentido de responsabilidad por la salud de la comunidad.  
 
A petición de las propias comunidades, en colaboración con un equipo de epidemiología y antropología, pasamos los últimos años conduciendo una investigación para entender cómo podemos jugar un rol más efectivo en esta crisis prolongada. Actualmente estamos incorporando estos descubrimientos en nuestro programa piloto en Sila. 
 
 
 

Escuchar más  

Aunque aquí también hablaremos de las injusticias, intentamos hablar un poco menos y escuchar un poco más. Honrando el silencio del desierto, se podría decir.  
 
¿Qué sistemas informales de atención existen ahora mismo? ¿Cómo nos aseguramos de reforzarlos de forma duradera en lugar de sustituirlos temporalmente? ¿Qué significa una buena asistencia sanitaria para las distintas comunidades? ¿Cómo piensan qué podemos hacer una contribución valiosa, sabiendo que nuestra presencia es temporal? 
 
Para nuestros equipos, esto supone un gran cambio de ritmo. Estamos menos en los hospitales, más en las comunidades. Haciendo menos. Escuchando más. Y entonces podremos construir juntos, como socios iguales.
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