Esperanza sobre ruedas: Así son las clínicas móviles de MSF en Sierra Leona

Sierra Leone: Stories behind the masks

En Sierra Leona, un proyecto está llevando atención médica a las personas que más la necesitan. Seinn Seinn es promotora de la salud y forma parte del equipo que lo hace posible. En esta entrada de blog, nos cuenta sobre la situación

En Sierra Leona, un proyecto está llevando atención médica a las personas que más la necesitan. Seinn Seinn es una promotora de la salud y forma parte del equipo que lo hace posible. En esta entrada de blog, nos cuenta sobre su trabajo. 
 
¿Conoces las estadísticas de mortalidad materna e infantil del lugar donde vives? 

La “mortalidad materna” se refiere a mujeres que mueren por causas relacionadas al embarazo y al parto. Si miras las estadísticas en internet, es probable que descubras que son mucho más bajas en tu país comparadas con las de Sierra Leona, que tiene una de las tasas más altas en el mundo. 

Esta es la razón por la que Médicos Sin Fronteras (MSF) gestiona un hospital pediátrico para niños y niñas menores de 5 años en el distrito de Kenema, en el este del país. Para aumentar la capacidad de 98 camas que tenemos actualmente para niños y niñas que necesitan atención de emergencia, el mes pasado comenzamos a construir una unidad de maternidad y neonatalidad para ayudar a luchar contra la mortalidad materna. 

Pueblos Remotos 

¿Qué haces si tú o tus familiares enferman? 

Para muchos de nosotros es sencillo, solemos esperar unos pocos días con la esperanza de mejorar, y si no mejoramos, buscamos atención médica. Para muchas personas en Sierra Leona, la decisión no es así de simple, especialmente si viven en pueblos remotos donde no hay centros de salud 

En lugares donde no hay centros de salud, una o dos personas son seleccionadas por la comunidad para que brinden servicios de salud voluntarios para el todo el pueblo. Se les llama trabajadores comunitarios de la salud y el Ministerio de Salud y Saneamiento de Sierra Leona les capacita para que puedan realizar pruebas rápidas de malaria y brindar tratamiento a personas con malaria, neumonía y diarrea. 

Colinas, puentes rotos y rocas 

Pero a veces las personas necesitan más atención de la que los trabajadores comunitarios pueden dar. Las y los pacientes con síntomas más severos tienen que ser referidos a clínicas que pueden estar a 10 kilómetros de distancia o incluso más lejos. 

Alguien podría argumentar que 10 kilómetros no es una distancia larga para ir a buscar atención médica, pero si la persona enferma o su cuidador carece de los medios o dinero para transportarse, deben viajar a pie. Si estás muy enfermo y tienes que caminar, entonces 10 kilómetros son demasiado. Agrega a esto las condiciones de la carretera, con colinas, puentes rotos y rocas y es claro por qué las personas buscar atención médica muy tarde o por qué simplemente no la buscan. 

Recuerdos del Ébola 

En Sierra Leona, las personas lo pasaron mal con la guerra civil, luego llegó el bote de Ébola que comenzó en 2014 y se cobró miles de vidas, incluyendo la de muchos trabajadores y trabajadoras de la salud. Ahora cuando las cosas finalmente estaban mejorando ¡llega la pandemia de COVID-19! 

Como el número de contagios por COVID está aumentando lentamente en el país, la devastadora experiencia del Ébola ha producido una mezcla de miedo y ansiedad en la población. 

Desde el principio de la pandemia, pudimos sentir una atmósfera tensa en Kenema. Las calles están más silenciosas de lo normal, y hubo menos admisiones en el hospital debido a que las personas tenían miedo de entrar a la instalación. 

Los rumores comenzaron a esparcirse, y muchas personas temían no llegar a sobrevivir la semana, o creían que la COVID-19 es peor que el Ébola y que todas las personas iban a morir a causa de ella. 

Como promotora de la salud ¡esto es un gran reto para mi equipo! Se necesita mucha discusión y reuniones con la comunidad para que entiendan nuestro objetivo: tratar a niños y niñas enfermas. Les decimos que esconderles provocará más daño para su salud, especialmente si tienen malaria. 

Camino a la clínica móvil 

Una “clínica móvil” es justo lo que su nombre dice: en lugar de esperar que las personas vengan a nosotros ¡subimos al auto y vamos hasta ellas! 

Esto se hace más difícil cuando hay fuertes lluvias y las condiciones de la carretera empeoran. Las ruedas del auto pueden hundirse en el lodo y a veces tenemos que salir de vehículo y caminar. Y cuando llegamos a un camino estrecho con autos y motocicletas que vienen de la dirección contraria, se vuelve una situación difícil.

Tarde o temprano, alguien puede terminar rodando por el borde de la carretera hacia el campo de un pobre agricultor. Conlleva paciencia y perseverancia pasar a través de este tipo de caminos. 

  

A veces los caminos están bloqueados por árboles caídos después de fuertes vientos y lluvias. A veces están llenos de rocas de diferentes tamaños, al punto de que el vehículo se siente muy inestable y el conductor nos pide que nos sujetemos bien. 

Gracias al poder de los motores de las Land Cruisers y el gran entrenamiento y habilidades de los conductores, siempre llegamos a salvo a nuestro destino. Pero aún así, no olvidaré las incontables veces que he dicho “¡Oh por Dios! ¡Nuestro auto está volando!”, tanto en inglés como en birmano, durante aquellos viajes donde pasamos caminos llenos de baches. 

Alegres y saludables

Uno de los retos como promotora de la salud es que veo a muchos niños y niñas luchando por sus vidas a una edad muy temprana. En una de nuestras visitas a un pueblo remoto, conocí una familia con un bebé de dos meses con una grave desnutrición y con dificultades para respirar. 

La situación de este niño podía ponerse peor en cualquier momento. Sabíamos que necesitaba ser tratado en el hospital de MSF, sus síntomas eran muy severos y necesitaba más atención de la que podíamos darle en la comunidad. Mientras viajábamos de regreso al hospital de MSF en el vehículo, me dolía ver al niño respirando tan difícilmente, mientras sus costillas subían y bajaban. 

Verlo así me hizo pensar en mis dos sobrinos, de tres y cinco años, y mi sobrina de dos años, son muy enérgicos, alegres y saludables. Pensaba en lo mucho que mi hermano y mi hermana odian limpiar el desastre que hacen, pero también en lo mucho que se preocupan si dejan de jugar y se enferman. 

A pesar de que no soy madre, puedo entender lo devastador y cansado que puede ser ver a tu hijo, usualmente feliz y enérgico, enfermo. 

Dos semanas después, el bebé de 2 meses fue dado de alta y vi lo mucho que su condición había mejorado. La sonrisa en el rostro de su mamá me dio la esperanza de que él crecerá para ser tan alegre y sano como cualquier otro niño. 

Un sueño 

Sospecho que esta es la esperanza y sueño de todos los padres y madres al rededor del mundo: ver a sus hijos e hijas crecer saludables y en prosperidad. Los caminos difíciles nunca nos impedirán satisfacer la esperanza de los padres y madres en Kenema, y quizá podríamos decir que nuestra clínica es una esperanza sobre ruedas. 

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