“Las personas que sufren una condición mental tienen derecho a ser protegidas contra cualquier acto degradante”

Sonia Brown Da´Silva, psiquiatra de MSF
© Sonia Brown Da´Silva

La psiquiatra Sonia Brown Da´Silva ha trabajado en medio de guerras y conflictos con Médicos Sin Fronteras (MSF). En esta entrevista cuenta qué pasa con la salud mental de las personas y las poblaciones infantiles que son afectadas y cuál es la contribución de la organización para retribuirles su dignidad y fortalecer sus capacidades, en medio de tanta desolación.  

Sonia Brown Da´Silva, psiquiatra de MSF
© Sonia Brown Da´Silva

 

¿Qué te motivó a especializarte en psiquiatría y dedicarte al trabajo humanitario en zonas de conflicto? 

Fue mi interés en conocer y comprender a las personas de manera integral. Aprender su naturaleza y de responder a las interrogantes que plantean las perturbaciones del cerebro y la conducta del ser humano. 

Soy médica cirujana, especializada en psiquiatría y psicoterapia, con 25 años de experiencia y servicio en el área de Salud. Por eso veo al paciente psiquiátrico de manera integral: cuerpo y mente. Muchas enfermedades mentales tienen su origen y están relacionadas directamente con enfermedades médicas y viceversa. Por ejemplo, los trastornos mentales pueden aumentar el riesgo de problemas de salud física, como accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. 

 

¿Qué significa el trabajo humanitario para tí? 

El trabajo humanitario es la máxima expresión de solidaridad a otros seres humanos que han sido golpeados por alguna circunstancia de infortunio, como las vividas por las víctimas de desastres o catástrofes naturales, conflictos armados o desplazamientos.  

Poseo la habilidad para trabajar con recursos limitados y en condiciones de trabajo complicadas, guardo los principios de neutralidad, Imparcialidad, responsabilidad, participación, tengo facilidad para trabajar en equipo y capacidad de liderazgo, respeto por la cultura y las costumbres de cada población y tengo habilidades comunicativas en inglés, español, francés y árabe. 

Sonia Brown Da´Silva, psiquiatra de MSF
© Sonia Brown Da´Silva

 

¿Cómo fue tu acercamiento a Siria?  

Entre 2023 y 2024 estuve de proyecto en Siria, como psiquiatra internacional, orientada a apoyar en los proyectos de Hassakeh y Raqqa, al Noroeste de Siria. Durante mis visitas al campo de Al Hol, en el noreste, cerca de la frontera entre Siria e Irak, me di cuenta que este es un lugar en la que las mujeres, los hombres,niñas y niños son detenidos al aire libre y se enfrentan a desafíos sin límites. Viven en tiendas improvisadas, la cuales no cumplen con criterios para brindar las mejores condiciones de vida, sobre todo en servicios básicos y protección ante los cambios climáticos. Los síntomas del trastorno de estrés postraumático, la depresión y la ansiedad son los diagnósticos más comunes en la población que habita en este campamento. 

Además, hay una gran cantidad de sirios que se ven afectados por traumas mentales, los niños,niñas y las mujeres enfrentan vulnerabilidades específicas. A pesar de sus grandes desafíos, la población siria continúa realizando notables esfuerzos por salir adelante y tratar de reconstruir sus vidas.

Sonia Brown Da´Silva, psiquiatra de MSF
© Sonia Brown Da´Silva

 

¿Cómo describirías el impacto psicológico del conflicto en la población civil, especialmente en niños y familias, según tu experiencia en el terreno? 

En la población civil se pueden producir cambios importantes en los valores y expectativas de vida y el efecto de esto puede ser un incremento de la tensión entre grupos de población. Llevando a un deterioro y destrucción de las relaciones familiares e interpersonales, impactando de manera negativa en su estado mental. A  vivir en condiciones de estrés, ansiedad y muchas otras probabilidades de enfermar.

En cuanto a las niñas y niños, sobre todo los niños soldados, al momento de ser reclutados de manera forzosa, son arrancados de los brazos de sus padres. Nuestros niños son el futuro de cualquier país y el eslabón más frágil de una sociedad. No tienen la más mínima posibilidad de ir a la escuela y vivir en familia. Sufren las consecuencias de la pobreza, violencia, guerra, desnutrición, desplazamientos y las enfermedades. 

Las crisis humanitarias afectan al equilibrio psicológico de las personas, hay muchos factores que pueden influenciar en tu salud mental. Factores biológicos, como los genes o la química del cerebro, experiencias de vida, como trauma o abuso y antecedentes familiares.  

 

¿Qué consejos o recomendaciones ofrecerías a la población civil que enfrenta situaciones de conflicto y crisis en términos de cuidado de su salud mental y emocional? 

No es fácil mantener nuestra salud física y mental aún en tiempos difíciles, de conflictos y crisis humanitaria. Pero hay que intentar estar activo, el ejercicio puede reducir la sensación de ansiedad, estrés y síntomas depresivos. Así nuestro estado de ánimo mejora, sin olvidar la higiene del sueño. No dormir suficiente influenciará en nuestro humor y afecto, con tendencia a enojarte fácilmente. Si haces frente a una crisis mental debes identificar tus fuentes de apoyo. MSF tiene un paquete asistencial y hay muchos lugares a los que acudir cuando te encuentras en crisis. No temas ni avergüences de pedir ayuda, siempre guardamos la confidencialidad.  

Como psiquiatra-psicoterapeuta recomiendo:  

  • Dispensar tratamiento en el nivel de atención primaria y asegurar la disponibilidad de psicotrópicos 
  • Brindar atención en la comunidad 
  • Educar al público y al paciente  
  • Involucrar a las comunidades, las familias y red de apoyo 
  • Establecer vínculos con otros sectores 
  • Vigilar la salud mental de la comunidad y apoyar la realización de nuevas investigaciones 
Sonia Brown Da´Silva, psiquiatra de MSF
Sonia Brown Da´Silva, psiquiatra de MSF

 

¿Cuál ha sido tu experiencia más impactante o desafiante, trabajando en proyectos humanitarios en áreas de conflicto? 

Me cuesta escoger la experiencia más impactante o desafiante vivida durante mis caminar con MSF. De cada una llevo en mis recuerdos lecciones positivas y negativas, amigos, pacientes y compañeros de trabajo.  Pero de tener que escoger entre una de ellas para ser impactante o desafiante diría mi misión en Sudan del Sur, y sus niños soldados menores de 18 años, los cuales son reclutados por un ejército o un grupo armado o que simplemente participan en un conflicto bélico.  

Entre las afectaciones psicológicas que presentan estos niños y adolescentes como producto de la violencia se encuentran las dificultades en el desarrollo, problemas de atención, problemas cognitivos con ideas distorsionadas sobre lo ocurrido, culpa, vergüenza e inseguridad. Estos grupos armados utilizan a los niños no sólo como soldados, sino también ejercen funciones de espías y mensajeros en contra de sus propias familias y amigos. Además de ser utilizados como esclavos sexuales. La pobreza, el abandono, la falta de un hogar y la falta de protección convierten a estos niños en blancos perfectos para el reclutamiento. 

 

¿Qué aprendizajes o lecciones valiosas has adquirido a lo largo de tu carrera como psiquiatra en el ámbito humanitario?  

He aprendido y sigo aprendiendo a reforzar, promover y proteger los derechos humanos de las personas con trastornos mentales. Las personas que sufren una condición mental tienen derecho a ser protegidas contra cualquier acto degradante e injusto, estigma, explotación económica, sexual, maltrato físico o verbal.  

Cuando aplicamos la psiquiatría en contextos humanitarios de emergencias y desastres nos queda el conocimiento adquirido y las experiencias, a través de la reflexión y el análisis crítico sobre los factores que pueden haber afectado positiva o negativamente el comportamiento de las personas que la viven, durante y después de estos eventos desafortunados.  Las personas que padecen trastornos mentales graves son más vulnerables durante las emergencias; por ello, requieren servicios de atención a la salud mental que satisfagan sus necesidades básicas. 

 

¿Podrías compartir algún caso o experiencia en el que hayas visto un impacto positivo en la vida de las personas a las que has brindado apoyo psiquiátrico en zonas de conflicto? 

Me viene a la mente casi de inmediato mi proyecto en Ucrania 2022, era mi primera vez en un proyecto durante la guerra. En unas de mis vistas a domicilio a uno de nuestros pacientes en Izium, una ciudad en el Río Donets en  Járkiv, al este de Ucrania.

Se trataba de un hombre entre 60 años, quien se encontraba acompañado de su esposa. A él le hacía falta la mitad inferior de su pierna derecha debido a la explosión de una mina mientras recolectaba la cosecha en su propio jardín, al igual que muchos amputados en Ucrania debido a la guerra. Las guerras implican un alto costo, que deben pagar los países que las inician, los soldados que las luchan y los civiles que las padecen. 

Sonia Brown Da´Silva, psiquiatra de MSF en Ucrania
© Sonia Brown Da´Silva

 

Nuestra visita consistía en proveerle apoyo psiquiátrico y psicoterapéutico, además de una silla de ruedas entre otros artículos de higiene. Estos objetos tuvieron un impacto positivo en la vida de este matrimonio. Quedé gratamente sorprendida y enamorada del valor y resiliencia de esta pareja que  sigue vinculada emocionalmente a su hogar en ruinas. Luchan por sobrevivir en un país en guerra. Donde a pesar de las circunstancias, comparten lo poco que tienen con sus visitantes. Mi equipo y yo fuimos agasajados con frutos de su propia cosecha: nueces, almendras, y mermeladas artesanales de diferentes sabores, como garambullo, piñas verdes tiernas, albaricoque y ciruela, sin olvidar el Povydlyanka, es un pastel delicioso hecho con mermelada y sémola. Aún en guerra las personas se esfuerzan por mantener la hospitalidad y la esperanza. 

 

¿Qué mensaje te gustaría enviar a aquellas personas interesadas en seguir una carrera en psiquiatría y trabajar en proyectos humanitarios en el futuro? 

Si ya eres psiquiatra y deseas trabajar en proyectos humanitarios, te animo a hacer la diferencia y  cambiar las vidas de muchas personas. Quienes trabajan en MSF reciben una remuneración y son parte de rigurosos procesos de selección. Sin embargo, no son los salarios los que atraen y retienen a los profesionales en la organización. Sino prevenir y aliviar el sufrimiento humano. Atender las necesidades básicas de la población desde una perspectiva de reducción de la vulnerabilidad y fortalecimiento de capacidades. 

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