Panamá: “Vemos llegar de 600 a 800 personas cada día”

Martin Buenache en el Darién, Panamá
Julien Jean, de Haití, se lesionó gravemente la pierna mientras cruzaba la selva. Martín y su colega María Lucero lo atendieron en la estación de recepción migratoria. Desgraciadamente, no pudieron proporcionarle una muleta adecuada - la que está usando es demasiado pequeña, lo que le obliga a seguir poniendo peso en la pierna lesionada. © Oliver Barth/MSF

Nuestro compañero Martín Buenache es originario de Madrid, España. Ha trabajado en el sector humanitario desde hace dos años, pero ahora está en su primera misión con Médicos Sin Fronteras para atender a las personas migrantes que cruzan la mortal selva del Darién. En esta entrada de blog, nos comparte sus impresiones sobre lo que ha visto.

 

“Los primeros días en el trabajo estaba un poco en shock con lo que veía, sobre todo con el flujo enorme de gente.

Estoy en Panamá desde hace unas cuatro semanas. En el proyecto brindamos asistencia a personas migrantes que llegan a Panamá después de cruzar la selva del Darién desde Colombia. Trabajamos en una carpa en el campo de la estación de recepción migratoria (ERM) en San Vicente, cerca de Metetí.

Pero empecemos desde el principio:

Llegando a Panamá tenía una idea bastante acertada de lo que iba a encontrar aquí gracias a una buena inducción previa a la partida. En los primeros días, me dediqué principalmente a observar lo que ocurría: cómo mis compañeras y compañeros trabajaban con los pacientes y entre ellos. Intenté seguir su ejemplo y encajar.

Sobre todo, no quería ser maleducado. Sabía que iba a trabajar con un equipo internacional y que tenía que ser más consciente de lo que podría ser en España, tanto por las diferencias culturales como por las del idioma.

Por ejemplo, hay palabras que no significan lo mismo en todas las variedades del español y, por tanto, pueden dar lugar a malentendidos.

El sufrimiento es omnipresente

El flujo migratorio en el Darién ha aumentado mucho. Hoy en día estamos viendo más del doble de la gente que veíamos hacia un mes o dos meses: llegan entre 600 a 800 personas cada día. La mayoría por lo que veo ahora son de Venezuela. Es muy impactante ver a gente pasar por esta situación.

El proyecto en el que trabajo se creó principalmente para ofrecer un tratamiento adecuado a las personas que han sufrido violencia sexual. A menudo, el primer paso es reconocer los signos sutiles de que una persona ha sufrido violencia sexual. Nuestros equipos ofrecen entonces un tratamiento médico inicial y conversaciones con el personal psicosocial.

 

Es difícil decirle a alguien: Tienes que buscarte la vida

El trabajo en el terreno es difícil. Nuestros recursos son limitados y al mismo tiempo se ven necesidades enormes. Es frustrante sólo ser capaz de ayudar en algunos aspectos. A causa de que muchas personas están en tránsito o también a causa de los recursos limitados, a veces no tenemos tiempo para tender todos los problemas médicos de la gente.

Además, a todos les falta ropa seca o zapatos, sobre todo a los niños y niñas. A veces incluso me preguntan en dónde pueden dormir en la estación. Las condiciones de vida en el campamento son difíciles; solo hay pocas zonas cubiertas en donde se puede pasar la noche de una manera relativamente digna.

Pero si ya está lleno, no tengo respuesta – tengo que decirles que tienen que buscarse la vida esta noche. Y en el fondo sé que será otra de las peores noches de su vida. Me crea un sentimiento de tristeza y frustración.

El contacto con mi familia y mis amigos en España me ayuda a manejar las emociones que inevitablemente surgen en un contexto como este, son mi mayor apoyo.

 

Un equipo de verdad

Una cosa que me impresiona es el perfil asociativo: me gusta que aquí cada persona, cada voz de los pacientes y cada trabajador o trabajadora, importa. En el proyecto no existe el clasismo jerárquico que he vivido en otros trabajos como enfermero en España, por ejemplo. Me gusta que aquí estemos trabajando en una relación entre iguales. Así que estoy bien hecho en el equipo y espero los próximos meses con alegría y curiosidad.”

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