República Centroafricana: Las cuatro Mosqueteras

République Centrafricaine / Central African Republic

Las sobrevivientes de violencia sexual pueden andar por un camino solitario. La psicóloga Gisela comparte una historia sobre cuatro mujeres que se han unido para encontrar apoyo y resistencia en la República Centroafricana.

Las sobrevivientes de violencia sexual pueden andar por un camino solitario. En esta entrada de blog, la psicóloga Gisela comparte una historia sobre cuatro mujeres que se han unido para encontrar apoyo y resistencia en la República Centroafricana.

Este texto llega gracias al apoyo de los y las asesoras de salud mental del proyecto Tongolo de MSF en la República Centroafricana. Son sus fortalezas, habilidades y destrezas las que hacen posible este trabajo. Nos unimos por las y los sobrevivientes pero también para apoyarnos como equipo, como profesionales y como personal humanitario, porque creemos que la salud mental es fundamental.
 
"En toda la dificultad emocional que existe tras una agresión sexual, hay un espacio donde las personas sobrevivientes pueden venir y compartir su dolor. Las recibimos con amabilidad.
 
"Intenté acabar con este sufrimiento y decidí acabar con mi vida porque la gente de mi barrio me dijo que una persona agredida ya no es una persona".
 
Estas son las palabras de una de nuestras pacientes.
 
Lo sucedido, en este caso, no es una excepción, esta persona tiene un gran dolor y encima tiene que enfrentarse a algo aún más pesado y difícil: la mirada de los demás. Cuando la violencia sexual se ha perpetrado en una comunidad de varias personas, regresar al mismo lugar puede revivir los hechos.
 
Con sus últimas fuerzas, continúa diciendo entre lágrimas: "No vale la pena seguir viviendo. Si ya no soy una persona, ¿Qué soy entonces?".
 
-“Eres una mujer, una madre, una hermana, que ha sido agredida, que ha pasado por algo difícil e inesperado”, le decimos.
 
-“Ahora estás triste y con dolor, lo cual es muy válido, pero la fuerza que queda dentro de ti para buscar ayuda y sobreponerte es muy valiosa”.
 

Las consecuencias del estigma

La mirada de las demás personas, esa mirada de la que las sobrevivientes no pueden huir, puede ser abrumadora. Esto se debe a que la agresión ocurrió cerca de sus casas, en su vecindario, donde solían vivir.
 
El estigma tiene una consecuencia psicológica que a veces es más difícil de manejar que el propio suceso. Sin embargo, es más fácil lidiar con esta pesadez cuando las y los sobrevivientes tienen a alguien de su lado dentro de la familia y de su comunidad que puede romper la idea de que la vida se detiene por lo que han pasado.
 
También cabe señalar que los familiares de las personas sobrevivientes pueden entrar en un estado emocional difícil de manejar. Entre quienes atendemos, encontramos que luego de una agresión la familia también se siente abrumada, traumatizada, ansiosa y triste. Esto puede dificultar el apoyo a las y los sobrevivientes.
 
¿Cuál es nuestro papel como profesionales de la salud mental en este caso?
 

Metamorfosis

El acto de legitimar los sentimientos que experimentan las y los sobrevivientes es esencial para ayudarles a superar el trauma.
 
En la mayoría de los casos, podemos hacerlo durante las consultas individuales. Sin embargo, hay otros casos en los que se necesita apoyo dentro de la experiencia de otros y otras sobrevivientes. Ahí es cuando las sesiones de asesoría grupales son una buena estrategia.
 
Agrupamos a las y los sobrevivientes de acuerdo con el tipo de agresión que han experimentado, su estado emocional, su edad y su estado inmunológico, con el fin de mantener un sentido de representación que es beneficioso para las y los sobrevivientes.
 
Esta mujer que se encontraba en un estado de desesperación, que no sabía quién era después de la agresión, dijo que tenía miedo del resultado de su prueba de VIH y que eso era lo que más la preocupaba.
 
-"Pero, ¿cuál fue el resultado de tu prueba?"
 
-"Fue negativo", responde ella.
 
-"La mía también", responden casualmente las demás personas, con una sonrisa de alivio y emoción.
 
-“Pero también estoy frustrada y enojada porque estas personas tomaron mi cuerpo sin preguntar”.
 
-“Sí, yo también estoy enojada".
 
-"También estoy asustada y enojada, pero estamos aquí juntas, vamos a superar esto juntas. Creo en ti, ¿creen en mí?" una mujer motiva al grupo.
 
-"Sí", dicen las demás personas con la cabeza.
 
-“Llegamos juntas, nos iremos juntas, no dejaremos a nadie atrás. Estamos a salvo, ya estamos aquí”, agrega.
 
-"Lo peor ya pasó. Lo que queda es que tenemos nuestro futuro para nuestros hijos", responde otra persona.
 
Las miradas de compartir, escuchar, cuidar y empatizar con otras sobrevivientes provocaron una metamorfosis de la muerte a la vida.

Forjando esperanza

Junto con el consejero, vimos una cascada de reacciones y refuerzos que ayudan a forjar la esperanza y la curación en cada sobreviviente.
 
La validación de las emociones aumenta su valor para hablar y romper su silencio después del suceso.
 
También es su apoyo mutuo lo que ayuda a transformar el sufrimiento, la tristeza, la desesperanza y el estigma en una herramienta mucho más valiosa: la resiliencia.
 
Es un camino difícil y duro que recorre cada sobreviviente para llegar a nuestro proyecto después de la agresión.
 
La situación de seguridad, la dificultad para tomar el transporte, la distancia entre los centros de salud y sus hogares así como el peso de sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones son obstáculos que deben superar para seguir adelante.
 
Es un camino tan desconocido que, a menos que lo vivas, es difícil de imaginar. Sin embargo, de lo que estamos seguros es que el camino de regreso no será el mismo.
 
Las personas sobrevivientes se van sin la pesadez de la soledad … aquí es donde tiene sentido uno de nuestros anuncios de radio, que promueve el Centro Tongolo. El anuncio dice "No estás sola" y quienes acuden al centro no lo están.
 
Teniendo en cuenta esto, en las sesiones grupales decidimos reunir estas historias que ilustran el concepto de “resiliencia”. La capacidad de reaccionar ante la adversidad, para recuperarse del trauma.
 
Como afirma el psicoanalista Boris Cyrulnik, la importancia de los entornos "ecológicos, emocionales y verbales" es primordial:
 
“Si falla un entorno, todo colapsará. Si se ofrece un solo puente de apoyo, se reanudará la construcción".
 
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