Superando las fístulas en Nigeria: “Todas las personas que abandonaron a estas mujeres estaban equivocadas”

Vesico Vaginal Fistula (VVF)

Martins trabaja para Médicos Sin Fronteras en Nigeria, donde se hace cargo de los datos de los pacientes. En un día de celebración especial para las mujeres que han sido dadas de alta en la clínica donde trabaja; comparte sus historias de resistencia, alegría y recuperación.

Martins trabaja para Médicos Sin Fronteras en Nigeria, donde se hace cargo de los datos de los pacientes. En un día de celebración especial para las mujeres que han sido dadas de alta en la clínica donde trabaja; comparte sus historias de resistencia, alegría y recuperación.

¿Cómo sabes si una persona está feliz? ¿Por sus sonrisas o por sus lágrimas? Supongo que todo depende.

Si bien una sonrisa y una risa sincera son indicadores reales de un momento feliz, derramar lágrimas en la misma situación puede ser cuestionable.

Pero cuando se comprueba que esas lágrimas son de aprecio por la hermosa situación que sucedió, es fácil concluir que ese arrebato emocional surge desde un lugar mucho más profundo –un lugar en el alma que está repleto de alegría.

Una herida devastadora

Así es como me siento ahora, tan feliz que estoy al borde de las lágrimas después de ver el número de mujeres que celebran haber sido dadas de alta de la clínica para atender casos de fístula de MSF aquí en Jahun, un pueblo al norte de Nigeria. La mirada radiante en sus rostros es contagiosa y todos los que estamos aquí para celebrar con ellas sabemos por qué.

 

 

La fístula es una herida devastadora que generalmente se presenta durante el parto, después de un parto obstruido. Esto pasa cuando la labor de parto se detiene, normalmente porque la cabeza del bebé es demasiado grande para pasar a través de la pelvis de su madre.

Si no se realiza una cesárea de emergencia, la cabeza del bebé se presiona contra el canal de parto causando la formación de un hoyo o “fístula” que conecta la vagina con la vejiga o el recto.

 

“Las mujeres en esta celebración encontraron su amor propio otra vez, después de creer que ya lo habían perdido.”

Hace meses, después de un parto mal realizado o complicado; estas mujeres despertaron y se dieron cuenta de que sus cuerpos no tenían ningún control sobre la evacuación de orina (en casos de fístulas vesicovaginales) o sobre la evacuación de heces (en casos de fístulas rectovaginales). Estos fluidos pasan de la vejiga o el recto a través de la fístula y constantemente se filtran hacia sus vaginas.

Como consecuencia las mujeres necesitaban usar trapos o toallas para absorberlas. Frecuentemente las personas consideran el olor como repulsivo o vergonzoso y como resultado pueden ser excluidas de sus comunidades.

Sin embargo, hoy es un día diferente, y las mujeres en esta celebración volvieron a encontrar su amor propio después de pensar que lo habían perdido.

 

“El personal se vuelve familia para estas pacientes”

La mayoría, si no es que todas las pacientes que han ingresado a la sala para atender casos de fístula, son registradas como mujeres casadas. Sin embargo, después de un tiempo algunas de ellas perdieron su matrimonio. Sus esposos solicitan el divorcio mientras las mujeres todavía reciben tratamiento en el hospital.

 

En este punto, empiezan a sentirse realmente indeseadas, la depresión comienza a hundirlas y comienzan a creer que todo está mal con ellas – piensan que es una maldición o algo peor. Usualmente esto marca el inicio de un estado mental preocupante que pone en peligro la pronta recuperación del paciente.

 

 

El camino para la recuperación de las mujeres que son atendidas aquí, en la clínica de MSF, no siempre es fácil. Requiere de mucha disciplina y un seguimiento estricto a la rutina de actividades que forman parte del tratamiento, como beber agua y ejercitarse; todo esto supervisado por las enfermeras y el fisioterapeuta.

 

El amigable personal se convierte en familia para estos pacientes y, a menudo, son la razón por la cual la mayoría de ellos no se dan por vencidos. Las mujeres continúan usando diligentemente los medicamentos y la terapia, y gradualmente recuperan la continencia o se preparan para cirugía.

Confianza restaurada

Al principio, sólo algunas de las pacientes que ingresan a la sala están convencidas de que algún día recuperarán la habilidad de controlar sus evacuaciones de orina o materia fecal, pero eventualmente, lo logran.

A menudo es una experiencia que les cambia la vida. Parece que las inspira la convicción de que todas las situaciones aparentemente imposibles que les presenta la vida en las comunidades de donde provienen, pueden ser superadas si se encaran de forma positiva.

"Puedo sentir cómo fuertes emociones brotan en mí. Si no me detengo ahora puedo terminar inundando mi libreta de notas y las teclas de la laptop con lágrimas de alegría.”

En este punto ellas mismas empiezan a darse cuenta que desde el principio estaban en un error. Todas las personas que las abandonaron estaban equivocadas. No eran personas incompletas ni con una maldición.

 

 

Hoy, estas pacientes dadas de alta regresarán a sus hogares con una confianza mucho mayor a la que tenían cuando llegaron a esta sala.

Cuando salgan por las puertas del hospital, la mayoría de ellas tendrá una sonrisa de felicidad en su rostro, pero si veo lágrimas en los ojos de alguna de ellas, lo identificaré con el sentimiento de un alma embriagada de alegría que tiene la oportunidad y la libertad de volver a vivir sin el estigma de la fístula.

"A medida que escribo pienso en lo mucho que se necesita para que MSF brinde tanta atención de forma gratuita a las personas de este lugar, y puedo sentir cómo fuertes emociones brotan en mí. Si no me detengo ahora puedo terminar inundando mi libreta de notas y las teclas de la laptop con lágrimas de alegría.”

 

 

 

 

 

Compartir