Testimonio: “Yo antes caminaba y ahora ya no puedo”

Acapulco 6

Para visibilizar el impacto y las consecuencias de la violencia en la salud, les presentamos una serie de testimonios recabados por nuestros equipos y otros testimoniales de los propios pacientes.

Médicos Sin Fronteras ofrece atención en salud mental a víctimas directas e indirectas de la violencia en la mayor parte de sus proyectos en México. Para visibilizar el impacto y las consecuencias de la violencia en la salud, les presentamos una serie de testimonios recabados por nuestros equipos y otros testimoniales de los propios pacientes.
 
Los nombres y los lugares han sido cambiados para proteger la confidencialidad debida a los pacientes.
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T E S T I M O N I O

 
El despertar del sol al primer canto del gallo anuncia la llegada de un nuevo día, hay que levantarse a darle de comer a los animales para llegar a tiempo al rÍo, lavar la ropa y poder acarrear agua para la faena.
 
La parte alta de la Montaña de Guerrero es el escenario que hoy cobija las alegrías y las tristezas de Xóchitl que, a sus 19 años, está a cargo del cuidado de sus abuelos; ayuda en la siembra del maíz, la limpieza de la casa y cuida a los borregos. 
 
Cuando era pequeña sus padres tuvieron que marcharse a la ciudad en busca de una nueva oportunidad de vida. No los ha visto desde que tenía 3 años, los abuelos le contaron que su madre está en la cárcel por pobre y que su papá se buscó otra mujer.
 
Estos días su abuela ha estado muy preocupada por ella, hace ya varios días que la nota extraña, ella siempre ha sido de buen diente y estos días no ha querido comer, se queda despierta hasta tarde y ha dicho que el río le da miedo, no ha ido a traer agua. No ha ido a bañarse. 
 
Repite constantemente que hay cabezas ahí, ella vio cuando las tiraban. Ahora se ha empezado a cortar los brazos con la navaja de su abuelo y dice que las piernas no le sirven que ya no puede caminar.  Sus abuelos están muy asustados.
 
No sé, no sé cómo explicarle, yo antes caminaba y ahora ya no puedo, es como, es como si mis brazos aletearan como hacen las mariposas, mis brazos, mis manos y mis piernas, mi corazón también aletea, se me escapa el aire, no se queda en mí, es como si me fuera más fácil volar como una mariposa que caminar… es como si dejara de ser yo” –narra Xóchitl–.
 
 
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