Población en Tigray, Etiopía, siendo atendida por MSF
Un grupo de mujeres hace fila con sus hijos e hijas para entrar a consulta médica durante una clínica móvil de MSF en Tigray, Etiopía. © Igor Barbero / MSF

Te contamos sobre el trabajo que Médicos Sin Fronteras realizamos en Etiopía.

En 2021, la situación humanitaria en Etiopía se deterioró considerablemente: millones de personas se vieron afectadas por desastres de origen natural y humano y necesitaron asistencia urgente. En junio, tres trabajadores de MSF fueron asesinados brutalmente en Tigray.

 

Mapa de las actividades de Médicos Sin Fronteras en Etiopía durante 2021

 

El 24 de junio de 2021, nuestra coordinadora de emergencias María Hernández Matas (de 35 años), nuestro coordinador asistente Yohannes Halefom Reda (de 32) y nuestro conductor Tedros Gebremariam Gebremichael (de 31) se desplazaban en coche por la región de Tigray cuando perdimos el contacto. El 25 de junio, recibimos la devastadora noticia de que María, Tedros y Yohannes habían sido asesinados. 

Desde entonces, Médicos Sin Fronteras hemos hecho todos los esfuerzos posibles ante todas las partes en conflicto por comprender qué sucedió. En varias ocasiones, nos reunimos con representantes del gobierno de Etiopía, para asegurarnos de que se investigaran sus asesinatos y de que cualquier resultado se nos comunicara. Hicimos el mismo requerimiento al Frente de Liberación Popular de Tigray.

Los resultados preliminares de la revisión interna de MSF (una práctica estándar tras incidentes graves de seguridad) determinaron que, el 24 de junio, María, Tedros y Yohannes se dirigían a buscar y recoger a personas heridas en zonas afectadas por los intensos combates. Habían recibido información de que había heridos en un pueblo, cerca de donde acabarían teniendo lugar su asesinato. Tras apenas una hora de trayecto, el vehículo se detuvo. Los cuerpos sin vida de nuestros compañeros fueron encontrados más tarde cerca del coche; sus heridas indicaban que habían recibido disparos a corta distancia. Esta información confirmó que fue un asesinato intencionado de tres trabajadores humanitarios, tres civiles, que eran perfectamente reconocibles como tales. El coche, con el logotipo de MSF y dos banderas de la organización, presentaba también orificios de bala y había sido incendiado.

Tras el asesinato de nuestros colegas, MSF tomamos la dolorosa decisión de suspender las actividades en parte de las regiones de Tigray y Benishangul-Gumuz. En julio, una orden del gobierno nos obligó a suspender durante tres meses nuestros programas en las regiones de Amhara, Gambela y la Región Somalí, y otras partes de Tigray. Aunque esta suspensión se levantó en octubre, no pudimos reiniciar las actividades en 2021, principalmente debido a la inseguridad y a los obstáculos administrativos.

En noviembre, cuando se declaró el estado de emergencia, suspendimos las actividades en otros lugares, como Guji, donde asistíamos a personas desplazadas y a víctimas de la violencia, y como Adís Abeba, donde dábamos atención médica y psicológica a personas que eran devueltas desde Arabia Saudita, Líbano y otros países. Sin embargo, continuamos con algunos servicios médicos en Afar y con nuestro programa de agua y saneamiento en la región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNP), e hicimos donaciones de suministros médicos en Amhara, Gambela y la Región Somalí.

 

Violencia y desplazamiento

Muchas personas murieron o resultaron heridas y miles tuvieron que desplazarse a consecuencia de los enfrentamientos constantes en varias regiones del país; en casi todo el territorio, además, la inseguridad y las barreras administrativas obstruyeron la prestación de asistencia humanitaria.

Entre enero y junio de 2021, antes del brutal asesinato de nuestros colegas, nuestros equipos asistieron a comunidades en nueve de las diez regiones de Etiopía: Adís Abeba, Afar, Amhara, Benishangul-Gumuz, Gambela, Oromía, SNNP, la Región Somalí y Tigray.

A pesar de las dificultades que nuestros equipos ya habían experimentado en el norte de Etiopía –siendo la más notable la de acceder a las zonas de mayor necesidad–, ofrecimos atención médica y otro tipo de asistencia en Tigray para cubrir las necesidades básicas de salud de las personas más vulnerables afectadas por el conflicto y la violencia.

Poco después de iniciarse el conflicto en noviembre de 2020, iniciamos actividades médicas y humanitarias para responder a las necesidades urgentes en las regiones de Amhara y Tigray (y en el vecino Sudán, donde atendimos a los refugiados etíopes). A principios de 2021, en Tigray, organizamos clínicas móviles, y rehabilitamos y colaboramos con centros de salud (básica y especializada) para garantizar servicios vitales y establecer sistemas de derivación alternativos para restablecer el acceso a atención especializada. Dimos apoyo a cinco hospitales en colaboración con la Oficina Regional de Salud (RHB). Nuestros equipos también distribuyeron suministros médicos esenciales y de emergencia, y dieron apoyo con actividades de agua y saneamiento en asentamientos de desplazados y en comunidades donde la infraestructura estaba dañada.

En Amhara y en dos regiones afectadas por el conflicto (Benishangul-Gumuz y SNNP), ofrecimos atención médica básica a personas que habían sido desplazadas por los enfrentamientos y mejoramos el acceso al agua potable y al saneamiento en las comunidades de acogida. Además, apoyamos la respuesta a incidentes con víctimas en masa y a brotes de sarampión en SNNP. En Adís Abeba, ofrecimos salud mental y atención médica a personas migrantes etíopes deportadas por Arabia Saudita, Yemen y Líbano.

También trabajamos en la zona de Guji (en Oromía), un área que, de otro modo, no tendría atención médica. MSF colaboramos con los servicios de maternidad y cirugía y las consultas ambulatorias, y organizamos clínicas móviles y servicios comunitarios de amplio alcance, con el fin de ampliar la cobertura médica en zonas de difícil acceso.

En la región de Gambela, atendimos a personas refugiadas sursudanesas en tres campos y a sus comunidades de acogida, en colaboración con el gobierno y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Las clínicas móviles que daban servicio a las comunidades de ganaderos en la Región Somalí también se mantuvieron activas en 2021.

Hasta el momento en que nos vimos forzados a suspender parte de nuestras actividades, estuvimos colaborando con las RHB y con el Instituto de Salud Pública de Etiopía en sus actividades de vigilancia de emergencia, destinadas a cubrir la mayor parte del país y permitir a nuestros equipos investigar y responder oportunamente a las alertas sanitarias.

 

 

Nº de trabajadores y trabajadoras* en 2021: 1,043 | Gasto: 35,4 millones € | MSF trabajó por primera vez en este país en: 1984 | msf.org/ethiopia

 

* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.
Importante: Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2021; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo.

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